26 de enero de 2018

Mire al cielo en un suspiro ...

Mire al cielo en un suspiro desde el corazón y exclamé:

“Señor te pido por favor una manifestación y que me digas para que me quieres”

Creo que gran parte de nosotros muchas veces hemos sentido la profunda necesidad de una guía mas allá del plano terrenal, que los acostumbrados de consejos de amigos, clérigos o familiares.

Quizás ese sentido de búsqueda de respuestas o señales que nos hagan sentir más afianzados en nuestras decisiones, ilusiones o esperanzas es completamente normal y no por eso debemos sentirnos, inseguros, no capacitados o incompetentes, todo lo contrario el reafirmar emociones, ideas o sentimientos es parte importante de nuestro aprendizaje en este maravilloso viaje de evolución e iluminación espiritual que vinimos a experimentar a nivel humano.

En gran parte de nuestras inquietudes, preguntas o  pensamientos, siempre encontraremos las respuestas  dentro de cada uno de nosotros; sin embargo pedir desde el corazón a nuestro creador es una práctica muy común, hasta para los mas incrédulos de cualquier denominación, llámense ateos, agnósticos o de cualquier tipo de creencia, así como de los no creyentes. 

Cuando el aprendizaje que estemos recibiendo se torna exigente, muchas veces desconcertante o en momentos puntuales de la vida son situaciones muy difíciles de comprender, debemos reconocer internamente que nuestro corazón se conecta con nuestra esencia creadora y clamamos por ese Dios Padre - Madre que es de todos y siempre está con y para nosotros.

El caso es que el pasado Domingo, dentro del complejo aprendizaje que vivimos, sin temor alguno, exclame la frase que escribí al comienzo de este artículo y en milésimas de segundos, recibí la visita inesperada de una mariposa como por arte de magia en el patio de la casa, donde instantes antes había mirado al cielo y desde el fondo de mi alma en un suspiro solté esa exclamación al universo.

Fue un encuentro muy atípico, ya que la mariposa me permitió hasta grabarla y giraba alrededor de mi sin esa precaución característica de los insectos. De verdad que fue muy bonito y asombroso el vivir esa manifestación, la cual aceptó como respuesta a mi suspiro. 



No solo queda el encuentro con la mariposa y el vídeo como recuerdo, al día siguiente comencé a recibir un conjunto de señales o de manifestaciones que respondieron la segunda parte de mi exclamación y que por voluntad del creador, lo cual agradezco mucho han seguido sucediendo durante toda la semana e inclusive este viernes 26 de Enero, tengo una presentación para diferentes grupos de niños en edad escolar en una prestigiosa institución educativa en la ciudad del Doral, aquí en el condado de Miami-Dade.

Como he escrito en mis libros y he demostrado públicamente en oportunidades anteriores mis experiencias místicas, no podía dejar pasar este nuevo evento, que reafirma una vez más la existencia de un ser supremo que está con nosotros y que nos escucha como Padre - Madre a cada uno en todo momento.

Conectémonos con nuestra esencia cada día más, seamos agradecidos y actuemos con todo ese amor que llevamos en nuestro corazón, veamos y hablemos al prójimo desde el corazón; recordemos que caras vemos, corazones no sabemos y en la mayoría de las situaciones no podemos saber o imaginar como se puede sentir alguien en un momento determinado o que situación está atravesando en ese momento donde acude a nosotros en busca de aliento y recibe simplemente un desplante, un juicio y quizás con nuestras palabras o actitudes lo que menos necesitaba.

Opsensei 
Enero 25 2018




20 de enero de 2018

Carta de un niño ...


Queridos padres:

Hoy les escribo desde el fondo de mi corazón, para tratar de conectarnos mejor, si desde el corazón que me dieron ustedes dos, que se formó del amor de ustedes dos.

Ese sentimiento tan bonito que hacía brillar sus ojos al cruzar las miradas y les guió hacer locuras llenas de amor, lo recuerdan?

Somos muchos los niños como yo, que estamos en el mundo tratando de comunicarnos con ustedes los que nos dieron la vida y que también somos unos cuantos que vivimos súper agradecidos de aquellos que nos brindaron amor y apoyo sin habernos concebido.

Hay muchos niños que queremos ser artesanos, artistas, músicos, mecánicos, pintores, cocineros, pescadores y muchas de esas formas de vida que nos hacen felices, no todos queremos ser médicos o abogados y así cuando seamos grandes como dicen por ahí, seremos unos adultos felices. A veces nos preguntamos entre nosotros cuando jugamos: Como será eso de ser grandes y si realmente al ser grandes haremos todo lo que nos plazca o viviremos como muchos adultos que vemos o escuchamos decir: Yo quería ser y nunca lo fui.

Bueno, nosotros no queremos ser como esos adultos que viven haciendo lo que no les gusta, queremos vivir de grandes siendo felices y que nuestras vidas con todos los buenos modales y las buenas costumbres que nos enseñan ustedes y los abuelos sea divertida. 

Si la vida de grandes es tan complicada y sin alegrías por hacer trabajos que no les gustan o por sentirse tan solos como dicen, no creemos que eso de ser grandes y libres sea tan bueno como dicen para muchos, parece que ustedes los adultos no saben cómo llevarlo, mejor nos quedamos niños.

Un chico de mi calle dice que en su casa, sus padres que son felices, a cada rato se recuerdan que todos llevamos un niño interior y que hemos venido a cumplir una misión que nos hará felices.

Será que muchos de ustedes los grandes han olvidado su misión y han encerrado a ese niño que llevan dentro. 

Hay otra niña que nos contaba en el parque hoy, que su madre quería ser bailarina y por eso ella va en las tardes a clases de ballet que no le apetecen mucho y si, su  madre la regaña mucho en las clases y de camino a casa ya que ella lo haría mejor si fuera ella. A esta niña lo que le gusta es cantar y sueña con eso, no con el ballet, que difícil se lo ponen a los niños que tienen que ser lo que sus padres quisieron ser, es que eso de ser mayor y no hacer lo que les hacía ilusión los tiene frustrados.

Yo cuando sea grande, quiero escribir, cantar, jugar, abrazar, ayudar, amar al prójimo como dice mi abuela que fue la orden que nos dejó Jesús el amigo de todos.

Quiero ser bueno y mantendré las buenas enseñanzas que ustedes me han dado, pero sobre todo seré feliz, no olvidare mi misión y sobre todo no olvidare que vengo del amor, de esa palabra o sentimiento que tanto buscan y que se olvidan que están hechos todos de ese maravilloso sentimiento, que el amor está en nosotros y no hay que buscarlo fuera, hay que dejarlo salir.

El estar concientes que somos amor y que venimos del amor, es lo que nos hará regresar a nuestra esencia y abrirá nuestros corazones; sin duda el amor  es el mejor antídoto para no caer en las mentiras, en el odio, en la envidia, en las guerras y en general en  todo aquello que genere tristeza en la humanidad. Vivamos en, desde, con y para el amor. 

Los quiero mucho papi y mami, que les parece si compartimos más tiempo juntos, caminando por el parque, jugando y abrazándonos mucho, disfrutemos más tiempo en amor. 

Si en definitiva, las cosas son como dice la abuela: la vida es corta y debemos gozar cada instante, me gustaría mucho que entonces me inviten a conocer y a jugar con el niño que llevan dentro.

Opsensei 



Enero 20 2018