3 de enero de 2025

Se adelantaron los reyes magos !

Son las 19:26hrs en Madrid hoy 3 de Enero del 2025, con una agradable temperatura de aproximadamente seis grados centígrados y bajando, por lo visto al amanecer estará en cero grados centígrados y aquí estoy viendo el firmamento que me regala la vista sobre la calle de Serrano en el cruce con la calle Príncipe de Vergara, una suave brisa casi gélida me acaricia el rostro y las manos mientras escribo estas líneas para compartir con ustedes lo que yo siento hace rato y lo considero un regalo del cielo.


Es normal de nosotros los humanos tener sueños e ilusiones a lo largo de la vida y muchas veces exclamar al viento desde el fondo de nuestro ser aquello que anhelamos, olvidando a veces el poder de nuestras palabras y la energía con que el universo escucha lo que sentimos y así de repente sin pensarlo la vida nos sorprende para recordarnos con sencillez, con ternura y con amor que aquello que soñamos es real y se materializa para recordarnos que todos somos hijos De Dios.


Como la gran mayoría de ustedes y sobre todo los amigos más cercanos, saben que desde siempre una de mis mayores ilusiones o anhelos a sido el inmenso privilegio de tener una hija. Hago la salvedad que no me puedo quejar en lo absoluto por los maravillosos hijos que Dios me ha otorgado, ya que como todos sabemos los hijos son de la vida, no son de uno como nosotros tampoco lo fuimos de nuestros padres. El ser madre o padre es sin duda alguna una de las pruebas más exigentes que tenemos a lo largo del existir, sin embargo como Dios escribe derecho en renglones torcidos, nos demuestra con la maternidad o con la paternidad que si sabemos amar incondicionalmente, que si somos capaces de dejar de lado todo el ego, toda actitud individualista cuando somos padres por nuestros hijos, que tenemos la habilidad de abandonar el ser prioridad en nosotros ya que por los hijos damos todo. 


Así que entre las estrellas de firmamento, Dios decidió dar brillo a una luz especial que llena mis días con sus alegrías, con sus ocurrencias, con sus preguntas, con sus aprendizajes, con sus aciertos, con sus logros, con su compartir y con su magia natural llena de ilusiones y de vida. 


Esa estrella que nuestro creador ha escogido para quienes no la conocen se llama: Ana Lucia. No es determinante para mi el que no sea una hija biológica, yo he decido apoyarla, cuidarla, consentirla y servirle lo que me resta de vida. Su llegada a mi existir llenó mi vida de luz y alegría por consiguiente no hay otra forma de agradecimiento que brindarle lo mejor de mí en unión con mi familia de manera sempiterna, con toda la confianza en que el creador nos cruzó en el camino de la vida con un objetivo claro  por mi parte y no es otro que cuidar y velar por ella como el mismo lo haría. 


Que va a crecer y se va, que su muda y no estará, que pasarán los años y me olvida, son varias las opiniones que he escuchado de algunos al conocer mi sentir por la china y no le temo a ninguna de esas opiniones, el tiempo que Dios ha dispuesto que compartamos en vida es y será un regalo que nos acompañará en esta y en otras vidas. Esa sensación de orgullo que no me cabe en el pecho cuando la veo logrando sus ilusiones o sus metas es un sentimiento tan profundo como el que me han brindado y me dan mis hijos día tras día.


Gracias mi china Ana Lucia!