Queridos padres:
Hoy les escribo desde el fondo de mi corazón, para tratar de conectarnos mejor, si desde el corazón que me dieron ustedes dos, que se formó del amor de ustedes dos.
Ese sentimiento tan bonito que hacía brillar sus ojos al cruzar las miradas y les guió hacer locuras llenas de amor, lo recuerdan?
Somos muchos los niños como yo, que estamos en el mundo tratando de comunicarnos con ustedes los que nos dieron la vida y que también somos unos cuantos que vivimos súper agradecidos de aquellos que nos brindaron amor y apoyo sin habernos concebido.
Hay muchos niños que queremos ser artesanos, artistas, músicos, mecánicos, pintores, cocineros, pescadores y muchas de esas formas de vida que nos hacen felices, no todos queremos ser médicos o abogados y así cuando seamos grandes como dicen por ahí, seremos unos adultos felices. A veces nos preguntamos entre nosotros cuando jugamos: Como será eso de ser grandes y si realmente al ser grandes haremos todo lo que nos plazca o viviremos como muchos adultos que vemos o escuchamos decir: Yo quería ser y nunca lo fui.
Bueno, nosotros no queremos ser como esos adultos que viven haciendo lo que no les gusta, queremos vivir de grandes siendo felices y que nuestras vidas con todos los buenos modales y las buenas costumbres que nos enseñan ustedes y los abuelos sea divertida.
Si la vida de grandes es tan complicada y sin alegrías por hacer trabajos que no les gustan o por sentirse tan solos como dicen, no creemos que eso de ser grandes y libres sea tan bueno como dicen para muchos, parece que ustedes los adultos no saben cómo llevarlo, mejor nos quedamos niños.
Un chico de mi calle dice que en su casa, sus padres que son felices, a cada rato se recuerdan que todos llevamos un niño interior y que hemos venido a cumplir una misión que nos hará felices.
Será que muchos de ustedes los grandes han olvidado su misión y han encerrado a ese niño que llevan dentro.
Hay otra niña que nos contaba en el parque hoy, que su madre quería ser bailarina y por eso ella va en las tardes a clases de ballet que no le apetecen mucho y si, su madre la regaña mucho en las clases y de camino a casa ya que ella lo haría mejor si fuera ella. A esta niña lo que le gusta es cantar y sueña con eso, no con el ballet, que difícil se lo ponen a los niños que tienen que ser lo que sus padres quisieron ser, es que eso de ser mayor y no hacer lo que les hacía ilusión los tiene frustrados.
Yo cuando sea grande, quiero escribir, cantar, jugar, abrazar, ayudar, amar al prójimo como dice mi abuela que fue la orden que nos dejó Jesús el amigo de todos.
Quiero ser bueno y mantendré las buenas enseñanzas que ustedes me han dado, pero sobre todo seré feliz, no olvidare mi misión y sobre todo no olvidare que vengo del amor, de esa palabra o sentimiento que tanto buscan y que se olvidan que están hechos todos de ese maravilloso sentimiento, que el amor está en nosotros y no hay que buscarlo fuera, hay que dejarlo salir.
El estar concientes que somos amor y que venimos del amor, es lo que nos hará regresar a nuestra esencia y abrirá nuestros corazones; sin duda el amor es el mejor antídoto para no caer en las mentiras, en el odio, en la envidia, en las guerras y en general en todo aquello que genere tristeza en la humanidad. Vivamos en, desde, con y para el amor.
Los quiero mucho papi y mami, que les parece si compartimos más tiempo juntos, caminando por el parque, jugando y abrazándonos mucho, disfrutemos más tiempo en amor.
Si en definitiva, las cosas son como dice la abuela: la vida es corta y debemos gozar cada instante, me gustaría mucho que entonces me inviten a conocer y a jugar con el niño que llevan dentro.
Opsensei
Enero 20 2018