Son las 6:35 am de hoy domingo 20 de enero de este joven año 2019; aquí bajo una intermitente lluvia que me acompaña desde hace un par de horas en el oeste del condado Broward, estoy con estas ganas de escribir o de expresar lo que llamaré:
Los plurales y el sensei.
En días diferentes y por algunos motivos de la a veces indescifrable mente humana, he recibido comentarios como estos: Sensei no maneja los plurales, el Sensei es autosuficiente, el Sensei no tiene empatía y algunos más arriesgados han asegurado que tengo altos niveles de egolatría.
Entre el sonido de las gotas de lluvia en el metal, decidí que debía escribirles a todos aquellos que se toman parte de su tiempo en juzgar mis acciones y llegar a este tipo de opiniones con todo cariño y agradecimiento por tomar tiempo su vida en ocuparse de mi; a su vez les pido disculpas si en algún momento su ego o su estado emocional ha sido afectado por mi.
No quiero extenderme mucho en los orígenes de los vocablos como Ególatra, autosuficiente, los invito a buscarlos en el diccionario y así haré más corto este regreso al blog.
Como muchos saben es muy usual para mi, trabajar expresiones en primera persona tales como: Yo lo haré, yo voy a, yo lo intentaré, déjame que yo lo hago, yo te ayudaré, mi ignorancia es amplia y basta como la naturaleza, eso está más seguro que mi muerte y otros más; soy amante de los refranes, me conectan con mis raíces, con mi abuela Rosa, con mi Abo y mi Aba, escuchar un refrán o una frase usada por ellos es un gustazo para mi corazón.
Mi sentido de conjugar en 1ra persona es para mi principalmente por la simple y sencilla razón, que no todo el mundo se Involucra de corazón sin temor o con amor incondicional hacia los eventos de la vida o en hacer algo con amor por el prójimo y de manera desinteresada. No puedo hacer u obligar a ninguno de ustedes que se conecten con el mismo sentimiento de llegar a la meta sin otro fin que basados en el puro amor incondicional, tristemente una gran parte de la humanidad expresa incondicionalidad de la boca para afuera y son muchos los que antes o durante el camino cuestionan muchos sus intereses personales y no el bienestar general. Es cierto que si hablamos de dinero para la sociedad es muy importante, sin embargo muchas veces la vida les mostrará que el dinero no tiene valor, que la seguridad puede ser una utopía tanto en la economía como en las relaciones y en muchos aspectos del vivir. Nada más ajeno a mi sentir de servir por el prójimo que por un sentimiento de superioridad, egolatría, egoísmo u otro complejo emocional que pueda pasar por su cabeza en este momento.
No soy más que ninguno, ni me creo mejor que nadie, soy un ser más de escuchar y dejar fluir la vida que de alardear. Sin embargo si soy de poner la otra mejilla desde niño, si soy de servir al prójimo sin gemís, si soy de ayudar sin esperar nada a cambio, no guardo rencores, no estoy esperando a nadie en la bajadita o sentimientos cargados de dolor hacia ninguno. Mis acciones hablan más de mi que mis palabras o las opiniones de terceros. Por eso conjugo en 1ra persona, ya que la humanidad no se ha decidido a dejar todo en el terreno de juego por el otro, ese temor del pensamiento de perder algo, anula en muchos lo que grita su corazón.
Que es doloroso muchas veces vivir como lo hago, si lo es. Uno conoce y experimenta de forma muy vivencial la envidia, el chisme, la calumnio, la traición, la descalificación y todas esas malas mañas que vamos dejando entrar en nuestra mente mientras crecemos; sin embargo cuando entregas tu corazón a servir al prójimo también hay recompensas maravillosas como cambiar vidas en positivo, la sonrisa de un niño, el estómago agradecido de aquel que tenia horas o días de hambre de comer o hambre de afecto, de amor incondicional que hay muchos.
El actuar así no me hace mejor que ninguno de ustedes es mi simple decisión y mi corazón se siente bien haciéndolo. No espero nada de ninguno que no sea un sentido y simple abrazo, muchos a lo largo de la vida me han preguntado: Como te pago este favor y siempre respondo: Cuando ayudes a alguien desde tu corazón ya “ Esta pago Nacho, como diría Ligia Elena”
Quienes transitan conmigo la cotidianidad de la vida, saben y conocen de cerca que yo puedo dejar de comer para que otro coma, saben que he tenido alumnos que por crisis económicas de sus familias o per decisiones mias los ha becado y nunca he dejado de enseñarles o de brindarles mi apoyo y eso no me hace sentir más que nadie; sin embargo hace sentir a mi corazón muy bien, si por acciones como esas donde conjugo en 1ra persona y el mundo me quiere estigmatizar como huraño, solitario, ególatra, etc. Les confieso que eso no me roba el sueño, quienes me roban el sueño lo saben.
Por eso cuando alguien me expresa que no tengo empatía por el prójimo, dejo que mis acciones sean quienes hablen por mi, no discuto prácticamente por nada ni con nadie, no rebato teorías sobre mi o como soy, dejo a cada uno vivir con sus ideas sobre mi forma de vivir o mi sobre mi persona. Es como cuando he prestado dinero a alguien o he hecho trabajos profesionales y no me pagan lo prestado o no me cumplen con el compromiso económico convenido; eso tampoco me me roba el sueño, por si no se dan cuenta cuando actúan así, no me lo quitan a mi, se lo están quitando a ellos mismos ( para mi el creador da abundancia económica simplemente para poner a prueba nuestra caridad y ver como nos manejamos con eso) y no por eso dejo de seguir siendo como soy o dejo de ser abundante en amor, amistad o paz. Creo que la abundancia es como el día, hay que vivir uno a la vez, la abundancia es diaria es lo que necesites para el día. Mucha gente trata de amasar fortunas, rencores, sentimientos reprimidos y un sin fin de cosas que no llevan paz o armonía a su ser espiritual y se les olvida que mientras gastas tiempo de vida guardando y dejando de vivir espiritualmente, nada de lo que guarden se lo van a llevar.
Disculpen si en el ultimo párrafo me salí un poco del tema, pero a veces fluyen muchas ideas a la vez cuando uno escribe y por supuesto que no estoy tampoco exento de aprendizajes que nos han enseñado a llamar errores, de esos tengo un saco y los que me faltan. Seguiré sirviendo por el resto de la vida desinteresadamente, seguiré luchando desde este corazón por la reivindicación del magnánimo valor de la mujer en la sociedad, seguiré brindando amor incondicional a todos, seguiré adelante con el compromiso de despertar corazones y que dediquemos también más tiempo de vida de calidad a nuestros niños y jóvenes, seguiré en mi cruzada para que despierten conciencias y dejan de ocuparse tanto por impactar el mundo exterior en pro del desarrollo espiritual por un bienestar universal, no lo duden.
A todos gracias una vez más por tomarse el tiempo de leerme, he estado más en contacto por mis canales de las redes sociales en formato audio visual a petición de muchos de ustedes, pero el sonido de la lluvia que me encanta le da mucha paz a mi corazón y este me mando a escribir. Si, soy más de escuchar a mi corazón desde que era muy pequeño que a la mente analítica y muchas veces con razonamientos adoctrinados que nos tienden a separar de nuestra verdadera esencia o de nuestro creador.
Un fuerte abrazo y muchas bendiciones.
Opsensei
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Que sabroso que no para de llover, cada gota es música para el alma.