Somos muchos los que a lo largo de la vida muchas veces por no leer, por no indagar o por no involucrarnos en tiempo real con todo lo que hacemos, sentimos, expresamos o pensamos, nos dejarnos llevar por una opinión generalizada o aceptamos sin cuestionar internamente historias, opiniones, comentarios, leyendas o frases y sin querer nos hacemos cómplices de mentiras que de tanto pregonar aceptamos como verdades.
Hoy compartiré con ustedes algo que muchas veces nos han hecho creer y no es otra cosa que los samurais eran principalmente unos guerreros sanguinarios e insensibles. Aunque no se puede negar que lograron desarrollar excelentes técnicas de defensa; su principal rol dentro de la estructura social de su época, era servir. Si, servir, los samurais cumplían tareas de servicio dentro de su comunidad que abarcaban diferentes aspectos de la vida y una de ellas era la defensa de su territorio e indudablemente la de su líder.
Sin embargo la entrega y el compromiso por servir, fue de un nivel tan alto que muchos llegaron a dar su vida por el honor y el sacrificio en pro del bienestar de la comunidad; niveles de compromiso que en nuestra sociedad actual no existen prácticamente y al parecer en un futuro no muy lejano, tristemente parecerán como cuentos de hadas. No olvidemos que dentro de esta continua búsqueda del ser humano en varios aspectos del existir, las parábolas, reflexiones o filosofías de vida aportadas a la humanidad por los Samurais siguen vigentes a pesar de los años y de los cambios sociales. La mayoría de estas reflexiones surgieron en conexión con su crecimiento interior gracias al camino o a lo que conocemos como El Budo, vocablo usado por muchos y practicado como forma de vida por minorías en diferentes puntos del globo.
Cuando llame a este escrito: Samurai de Papel, la motivación principal fue que son muchas las personas que se nos cruzan en esta vorágine de vida que lleva gran parte de la humanidad, tratando de guiar, de aconsejar, de dirigir o querer ser reconocidos como Gurús de vida y se amparan o se refugian en todas esas etiquetas que socialmente vienen estableciendo los medios masivos de comunicación y en las muy controversiales redes sociales. Hago la salvedad que las redes son de mucha utilidad; siempre y cuando sean usadas en forma constructiva, positiva y con buen criterio.
Esta masificación de la información está creando una distorsión de la vida en nuestros jóvenes y adultos. No se sorprendan si se cruzan con: Influencers, media expert y un montón de modismos anglosajones que nos quieren vender como forma de vida. Estos cambios sociales están haciendo creer en estilos o patrones de vida que en la realidad son una falsedad en la mayoría de los casos.
Solo intentan cubrir unos vacíos inmensos de espiritualidad, solidez moral y así vez muchos esconden carencias afectivas e incluso condiciones psicológicas que poseen quienes pretenden guiarnos o ser modelos de vida. Sin embargo no solamente es un fenómeno del mundo cibernético, ocurre en muchos ámbitos del laborales, deportivos o profesionales. Incluso en nuestro mundo de las artes marciales también está presente tristemente este tipo de comportamiento, cuántos casos no conocemos de “Maestros” con grados o programas de instrucción basados en desconocimiento o mentiras en todo lo relativo a conocimientos sobre el arte, así como aquellos que forman organizaciones donde ellos son Dioses inaccesibles a sus seguidores y solo están disponibles para los serviles que abandonan su identidad con tal de recibir un título o un lugar dentro de una estructura organizativas; hermanos no olviden que Maestro no es quien tiene más alumnos o seguidores, un verdadero Maestro es quien forma más Maestros y a su vez nos guía hacia nuestro camino de iluminación o crecimiento espiritual.
Por eso debemos buscar respuestas en nosotros y en nuestra esencia, debemos escuchar para comprender y no simplemente para responder, debemos expresar nuestras emociones o nuestras realidades de estados de ánimo como lo sentimos, no con símbolos de comunicación electrónica que no reflejan nuestro verdadero sentir.
Seamos unos Samurais de nuestro momento presente, hemos venido todos a servir en unión a una misión de vida. Somos todos parte de un universo con diferentes formas de vida, que debemos respetar y trabajar cada día en pro de un bienestar universal. Somos seres espirituales con una vibración energética que tiene fluctuaciones y sin esas fluctuaciones o aprendizajes los que nos hará evolucionar, despertemos todos al amor incondicional que está en nosotros y es nuestra verdadera esencia.
Todos cuando llegamos a este plano, nacemos libres de impurezas o mezquindades que se aprenden a lo largo del camino, despojemos a nuestro espíritu de todo lo que no le pertenece antes de regresar a casa y solo así estaremos en el camino de la armonía con el amor universal.
No dejemos que lo externo cambie nuestro mundo interno y continuemos impactando vidas, así como a nosotros mismos de forma errada e insatisfactoria. No seamos samurais de papel, ya que al dejar perder tu esencia y tu luz, solo serás un alma vulnerable manipulada por otros.
Eres tu propio líder en unión con nuestro creador.
Osu
Opsensei
Marzo 15 2019
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