Has sentido a veces que las palabras, los gestos o las acciones de las personas hacia ti pueden ser tan desagradables como el roce de tu piel con la ortiga o tan espinosas como buscar entre las zarzas sin tu merecerlo; pudiendo llegar a ser tan profundas e hirientes esas acciones o palabras, que te rasgan emocionalmente el alma.Pues te comento que no eres el único que lo siente o lo ha vivido.
Es muy exigente el vivirlo y mucho más complejo entenderlo si acostumbramos a actuar de buena fe desde nuestro corazón; sin embargo en la mayoría de los casos no es más que la forma de expresión de los temores, las frustraciones o de las inseguridades entre otras emociones incontroladas por quienes nos hacen llegar esos dardos cargados de sentimientos mezquinos y de baja vibración espiritual.
Existe la teoría que la mayoría de las personas, observan en el prójimo, aquello que les desagrada de ellos mismos internamente y que por temor a enfrentar, aceptar o reconocer emociones que no han podido sanar o transformar, lo reflejan en su trato con los demás, así como en emitir juicios del prójimo con una seguridad absoluta, basada en sus propias carencias o vacíos emocionales dentro de su ser; quizás por ello tienden a ser expresiones tan cargadas de frustración o dolor que nos llegan al alma y que ellos cargan revueltas dentro de sí por años, por así decirlo es un dolor añejado que se convierte en veneno, sin olvidar que al ser humano muchas veces no le hace daño lo que entra por su boca, si no lo que sale de esta ya que brota de su corazón.
Debemos reconocer que no somos dueños de la verdad y que todos los aprendizajes son exigentes, más no podemos olvidar que la ternura, el abrazo, el amar, el querer, la satisfacción del servir al prójimo es muy reconfortante, así como el sonreír, un apretón de manos, un beso y todas esas manifestaciones naturales de emociones bonitas, siempre surgen natural, sin esfuerzo y nos llenan el corazón; mientras que la envidia, la mentira, el odio y todas las mezquindades humanas son antinaturales y nos hacen sentir incómodos con dolor y sin alegría.
Les invito a cerrar ciclos de tristeza, rencillas, envidias, resentimientos y reencuentren su esencia de amor que es el origen de todos, vamos todos a sembrar amor incondicional en todas nuestras manifestaciones de vida a cada instante día tras día y alcanzaremos esa iluminación o evolución espiritual que solemos dejar de lado y cuando nos acordamos de ella, para muchos ya es muy tarde.
Opsensei
Dic 21 2016
Doral, FL
Opsensei
Dic 21 2016
Doral, FL