Con cada amanecer, una de mis mayores ilusiones es sentir tus abrazos; esos abrazos que tienen un encanto mágico y que producen una sensación de corrientazos abundantes que nacen entre mi columna y mi abdomen, desatando ese efecto estimulante que llamamos mariposas, con mucha alegría e infinita felicidad en mi corazón
Esas emociones de sentir tu calor y tus latidos en una sincronización de almas que me llenan de amor por la vida y me hacen anhelar un nuevo abrazo tuyo. Con cada abrazo tuyo, siento una energía inmensa que embarga mi cuerpo de emociones encantadoras y es como ver sonreír el espíritu al conectarse en un plano espiritual intangible pero muy existencial.
Cada abrazo tuyo es especial y deja esa sensación de querer más y más, es una expresión en la piel que se graba con intensidad y se sueña con mucha ilusión.