En nuestros países latinos, existe una tradición o mala costumbre de enseñar a las niñas a mentir sobre su edad o a esconderla, con un fin que no he comprendido hasta el momento y todos sabemos que con sólo mirar sus manos, podemos tener un cálculo aproximado de cuanto tiempo han estado alegrando el mundo, ya que sin duda alguna todas sin excepcion a lo largo de la vida son unos seres plenos de encanto y pasion creados por Dios.
Para mi no tienen edad que las descalifique, no hay edad que reduzca el inmenso valor que tienen, sin son recién nacidas nos llenan la vida de esperanza e ilusiones, al comenzar a caminar y llenarnos la vida de sonrisas o alegrías se convierten en las princesas de la casa.En lo que las hormonas y las feromonas comienzan hacer de las suyas y entran en la etapa tan compleja de cambiar las muñecas por esperar la llamada de un amigo o de lograr un cruce de miradas con alguien que les despierte interés , se convierten en nuestro tesoro más preciado y nos roban las noches de sueños como padres.
Al llegar a los quince años, se convierten en esas princesas que nos llenan de orgullo y satisfacción, de ahí a la mayoría de edad es sólo cuestión de horas y así nos van llenando la vida de alegrías y aprendizajes, sin lugar a dudas que todas ellas en cualquier etapa de la vida son un poema del creador.
Y llega el momento donde las vemos partir, en la mayoría de los casos vestidas de blanco, con un buquet de flores en sus manos y una sonrisa en sus labios que brilla como estrellas en el firmamento, que a su vez las convierte a cada una de ellas en las reinas por siempre de nuestros corazones.
Así, que no pensemos en sus edades, todas tienen su encanto, si son bebés sencillamente son un espectáculo y cuando van creciendo son unas princesas, al momento de tomar su camino de vida o se convierten en madres, nos llenan del inmenso orgullo de ser padres o abuelos y cuando son abuelas nos consienten como nietos con el el abrazo más rico y cómplice que tenemos.
Sin olvidar que no hay nada más bello que recibir el alba con la mujer que amas
y velar sus sueños, los cuales les escucharemos con detenimiento, sin olvidar un solo detalle y apoyarlas en todo momento, para juntos verlos convertidos en realidad
Que vivan las mujeres en todas las etapas de la vida, son la creación más perfecta y encantadora que Dios nos ha puesto en el camino, hay que mimarlas, amarlas, consentirlas, cuidarlas y valorarlas en todo momento.