El alma, esa parte de nuestro ser que casi siempre, aprendemos a descubrir cuando sentimos los primeros vestigios de dolor emocional. No importa qué tan pequeños de edad o qué tan mayores por calendario, cuando nos llega la capacidad de percibir sentimientos tan profundos que traspasan nuestra conciencia, descubrimos o recordamos que tenemos esa esencia tan pura e inmortal que es nuestra alma.
El alma es nuestra mochila de emociones y aprendizajes que nos ha acompañado desde tiempo inmemorables, hasta nuestros días. Es nuestro mayor tesoro, es nosotros mismos en esencia de luz y amor.
Nuestra alma tiene su origen en el amor de nuestra creación y por lo cual, vive, respira, suspira, aprende, evoluciona y trasciende en el amor universal.
En las escuelas deberían existir asignaturas que nos ayuden a reencontrarnos con nuestra esencia y el conocimiento del ser, con la misma vigencia que las ciencias o el arte; tendríamos mejores seres humanos y adultos logrando mayores satisfacciones hacia un bienestar universal, en cambio que hoy en día, solo por la utopía de creer tener el poder, tenemos miles de científicos fabricando armas de destrucción masiva o todas esas tecnologías que nos han guiado hacia un mundo sin amor por el prójimo, donde las mezquindades humanas parecen ser la consigna.
Cuando las expresiones artísticas, así como el amor o el servicio al prójimo sean unas de las principales motivaciones dentro de las sociedades como objetivo de vida, será entonces cuando nuestras almas, estarán logrando en gran parte el plan de evolución y crecimiento que hemos venido a realizar en este plano.
Desafortunadamente nos han hecho creer que el amor, como manifestación entre desconocidos, no es más que una unión íntima entre personas ya sea por sentimientos, por el logro de una meta material o de pura atracción física y que podría involucrar reciprocidad en muchos de los casos. Olvidando que con cada experiencia íntima, nuestras almas están expuestas a cargas energéticas que pueden cercenar nuestro desarrollo o evolución espiritual.
Es un poco intrínseco, para quienes no han tenido la grata experiencia de amar desde el alma; el comprender o asimilar sin querer descalificar a ninguno que el amor de alma es mucho más sublime que el simple hecho de grabar en la piel emociones físicas que se desvanecen o se borran con el tiempo. Amor de alma es mucho más profundo, no tiene expectativas mezquinas o intereses ocultos, es un amor profundo, sincero que solo persigue el entregarse de corazón sin esperar nada a cambio, trasciende distancias, tiempo, aprendizajes exigentes y cualquier conducta que nos han enseñado que son negativas y que no son más que situaciones transitorias necesarias para nuestro crecimiento.
Por eso les invito a vivir desde el fondo de su alma y dejar de lado todo lo efímero que retrase su reencuentro con su esencia de amor y evolución, somos seres espirituales, inmortales viviendo una experiencia física juntos de la mano con nuestro creador y con todo el universo; despojémonos de ese papel de ser juez y parte o dueños de la verdad y aprendamos a vivir en amor incondicional sin temor en perfecta armonía universal.
Opsensei
Doral, FL
Enero 19 2017
20:45 Hrs.