19 de julio de 2016

Una reliquia

Sustantivo usado comúnmente, para referirse a algo con muchos años o en desuso; hasta cierto punto descalifica su utilidad o vigencia. Sin embargo, ese no es el caso de la reliquia que voy a comentar hoy .

Dentro de mis experiencias místicas que han sido varias desde el día que gracias a Doña Eva y Don Pepe, descubrí la existencia junto con mis hijos del Santisimo Sacramento en la ermita de la Caridad del Cobre en la ciudad de Miami. Dichas experiencias no han dejado de suceder en mi vida, así como también les he visto suceder en las personas que he invitado a visitar el Santísimo y conversar con Dios desde su corazón. En aquella tarde cuando vi por primera vez el Santísimo Sacramento expuesto en manos de Monseñor Agustín Román en una celebración llamada la hora Santa, tarde de un domingo que cuando la traigo a mi mente, todavía me sorprende y me recuerda que lejos de Dios no somos nada.

Creció en mi, el deseo de tener un ostensorio en mi casa, por supuesto sin fanatismo alguno; simplemente para tenerlo en casa y poder orar  cada vez que pueda frente al Santisimo. Así que por internet encontré una figura similar y al alcance de mis posibilidades económicas del momento, pues resulta que como siempre expreso y siento que en los temas donde no tengo mucha documentación, mi ignorancia es amplia y basta como la naturaleza, lo que compre fue un relicario, instrumento donde se conservan con respeto, cuido y honor las reliquias.

Hace un par de años, recibí una llamada del asistente del sacerdote Israel Mago, donde me pedía que fuera a sus oficinas donde tendria el honor  de tener una reliquia para poner en mi relicario y coincidió, sin ellos saberlo, con el día de mi cumpleaños, mejor imposible.

Desde ese momento, tengo una reliquia del Santo Cura de Ars en 3er grado, el caso es que aprendí que dicho Santo es el patrono de todos los sacerdotes y tuvo una vida de entrega al servicio del prójimo que cumplió sin duda su misión a plena cabalidad y con una devoción que nos deja sin palabras a quienes hemos tomado el tiempo de leer su historia.

A la semana de tener la reliquia, llego el padre de uno de mis alumnos en un estado de nervios considerable en busca de ayuda o guía para enfrentar una situación de enfermedad de su joven esposa, a quien que le fueron encontrados unos tumores en uno de sus riñones.

Al acudir a mí, su principal intención fue solicitarme ayuda espiritual, como la mayoría de todos los que llegan en búsqueda de ayuda o guía, e inmediatamente le ofrecí la oración que leo personalmente cada vez que voy al Santisimo o en cada momento que tenga un tiempo para hacerlo y se me ocurrió ofrecerle el relicario que solo tenía unos días conmigo; por lo cual, le pedí que investigara acerca del cura de Ars, debido a que yo no sabía mucho sobre el milagroso sacerdote. Le entregue la reliquia sin dudar de su poder en ningún momento, le sugerí que le pidiera con mucha fe y que podía consérvala en familia hasta que todo se mejore.

Transcurridos unos doce días  después de haberle entregado el relicario, recibí una llamada de él, agradecido, contento y esperanzado, quien a su vez me comentó que los tumores de forma inesperada o milagrosa se habían encapsulado y se realizó la  cirugía en forma exitosa con recuperación sorprendente. 

Estos fenómeno místicos, suceden a diario en cualquier lugar del mundo y bajo la mirada de Dios con la finalidad de despertarnos el sentimiento de volver a nuestra esencia y dejar todo en sus manos.

Espero en un futuro cercano poder viajar a Francia, para visitar el pueblo de Ars y agradecer personalmente a nuestro creador y al Santo Cura de Ars está curación milagrosa que llena nuestro corazón y reafirma la existencia de un creador todo amoroso, misericordioso y que como todo padre, siempre está para sus hijos, por consiguiente es nuestro deber honrarle y seguir sus enseñanzas basadas en el amor incondicional por el prójimo, así como para toda forma de vida en el universo.

Como dato curioso, el Santo Cura de Ars dejó el plano terrenal un día 4 de Agosto de 1859 y en mi historia personal los días 4 de Agosto han coincidido con grandes cambios en positivo, incluso mi pase a cinturón negro en karate fue un 4 de Agosto.

Fuerte abrazo y sigamos sembrando amor incondicional en pro de un mejor universo.

26 de junio de 2016

Tú violencia no es natural... Quizás inducida

Nuevamente la opinión pública se sorprende y se fusiona sin distingo de credo, raza o religión  con diferentes manifestaciones de expresión, recriminado acciones contra natura como es el asesinato en masa o el crimen individual. Para mí cualquier suceso donde se pierda una vida que no sea de muerte natural es doloroso, innecesario, absurdo y hasta lo considero como un acto de cobardia por parte del victimario.

Sin embargo no debemos asombrarnos  de situaciones como lo ocurrido en la ciudad de Orlando hace ya unos días, tampoco de las desapariciones en México o del hostigamiento al pueblo de Venezuela, si desde hace ya mucho tiempo, el deseado, soñado o anhelado por todos sentimiento de Amor es cultivado por muy pocos.

Somos una sociedad globalizada que no sabe vivir, principalmente solemos existir con normas establecidas y aceptadas sin cuestionar o pensar; una sociedad donde la violencia en todas sus formas no las disfrazan como algo divertido o de acción.

Violencia no es solo accionar un arma, la violencia puede ser verbal, psicológica o física; debemos analizar cada momento y erradicar toda manifestación violenta de nuestra vida. Por ejemplo nos quieren hacer creer que un control de armas en la población es una medida efectiva contra la violencia, las armas no se disparan solas, es el humano con su ira, ignorancia, falto de valores o respeto quien la acciona; mientras que la verdadera herramienta para hacer de la violencia algo del pasado, que debe ser lección aprendida, para no repetirla más,  es sin titubeos la Educación y el Amor por el projimo, pero estas reales normas de vida, están siendo  cercenadas día tras día en forma sistemática y global.

Desde muy pequeños nos enseñan que la vida es una eterna competencia y que no estar a la altura de los parámetros sociales es un fracasó del existir. No somos una sociedad educada con amor por el prójimo, amor hacia nosotros mismos o por el medio ambiente. El amor es algo que todos vociferan, anhelan, buscan o no cultivan y 
separándonos de nuestra esencia nos han hecho creer que amar solo tiene que ver con intimidad o idolatría a algo o a alguien y no es así.

Las masas están siendo acostumbradas a vivir con la figura del terrorismo, el crimen como forma de vida, el temor a viajar,las historias de los antagonismos religiosos que llevan al extremismo o al exterminio en nombre de un creador que es todo misericordioso como todo padre, a quien en su nombre diferentes religiones han cometido crímenes abominables totalmente ajenos a su mensaje de vida que es el amor en cualquier religión, creencia o espiritualidad y así un sin fin de historias creadas, alimentadas o manipuladas por interés mezquinos y obscuros que no son favorables a la evolución de la humanidad. 

Debemos despertar de este letargo al que nos han guiado terceros en nombre de un liderazgo en pro de los pueblos y evitar el apoyo a toda manifestación de violencia en el mundo, algo que parece utópico, pero no es imposible, ejemplos rápidos que quizás apoyamos sin pensar:
Películas de acción, música con letras hostiles, aceptar la exclamación de maldecir, asistir a conciertos o espectáculos donde el amor no sea parte del mensaje y así un sin número de situaciones o eventos que sean ajenos a nuestro objetivo principal de vida, que es amar y servir al prójimo.

Hemos cedido nuestros derechos naturales de andar libremente por el planeta sin pensarlo o convencidos por unos pocos que se creen dueños de nuestra vida y les hemos dado el poder de controlar o invadir nuestra privacidad, en nombre de un esquema de temor o terror en los que nos tienen sumergidos y así mismo nos han convertido en sus cómplices silenciosos al cederles nuestro  derecho de ir donde la voluntad de Dios nos guíe. Nuevamente les invito a conectarse con la esencia del Dios Padre que llevamos todos dentro, basados en  el amor incondicional por todos y para todos, abramos nuestros corazones a sentir que todos somos uno con Dios, algo que es sin duda es una ley universal inquebrantable, demostrable y palpable hasta para los más incrédulos.