Que recuerdos tan gratos me trae esa tan nombrada combinación de: Un Si condicional acompañado de un Entonces predictivo.
Son frases de una fusión o unión infalible para comenzar casi que cualquier proyecto, idea o trabajo que deseamos materializar, experimentar o desarrollar.
Quizás la primera vez que la escuché fue por allá en la década de los setenta de un profesor de ciencias biológicas llamado Héctor Garcia. Uno de esos maestros que sin duda quería sacarnos de nuestras limitaciones mentales y hacernos pensar o despertar en nosotros el deseo de conocer, de cuestionar, de razonar y no ser simplemente uno más de la manada que aceptaba o repetía conceptos dejando de la lado nuestra habilidad de crear y así como nos alimentaba la idea de construir un pensamiento crítico.
Curse los estudios de enseñanza media en la ciudad de Caracas, en un sector llamado el cafetal en un plantel público llamado en su momento : Liceo Combinado Francisco Espejo, lugar donde no solo tuve el privilegio de recibir clases del profesor Héctor, fueron muchos los que amaban formar a esa juventud vibrante de una generación que no se repetirá por lo visto y que sin temor a equivocarme fuimos la mejor y último grupo social por lo menos en mi país donde existía respeto y amor por el prójimo, por nuestros padres, donde la hermandad, la camaradería, la empatía y los valores morales era nuestra consigna y sentir diario. Tuve el placer de recibir clases con maestros que a lo largo del tiempo siguen dando cátedra en diferentes ámbitos y que dejaron en nosotros la semilla de una Venezuela hermosa.
Así como tuvimos maestros que son parte importante de la historia del país, también el LCFE fue una escuela de vida en donde se formaron durante mi generación personajes que se han destacado a nivel mundial, si aunque no lo crean tenemos jugadores de grandes ligas, aclamados doctores, reinas de belleza ganadoras en eventos internacionales no solo por sus atributos también por su intelecto, en fin el Francisco Espejo fue una universidad de la vida que nos ayudó a ser como decimos en venezolano: Somos Todo Terreno.
Ya dejaré de lado un poco la historia del liceo y vamos a lo que vinimos o como dicen mis hermanos Cubanos: ponte pa’ las cosas. El desarrollar un pensamiento universal o de bienestar general es una forma de aprender, de pensar, de actuar, de sentir y de vivir en unión con el universo.
A mi entender tristemente se ha hecho muy común la frase: 1ro yo, 2do yo y 3ro yo, lo cual no es otra cosa que alimentar el ego exacerbado que camina en la mente de millones y que es en gran parte causante de las frustraciones, de las depresiones y de todo lo relacionado con la insatisfacción que se puede sentir en un momento de la vida, ya que las expectativas a la que nos somete la sociedad y nosotros dejamos entrar en nuestros corazones, está acabando u opaca nuestra conexión con nuestra verdadera esencia, lo que da como resultado este desastre que estamos transitando como humanidad.
Mientras que cuando aprendes a desarrollar la conexión de pensamientos, acciones o expresiones en armonía universal los cambios en tu diario vivir van marcados en ascenso y todo comienza a fluir de manera suave, natural y en armonía. Si decidimos dejar de lado el ego, reducir el materialismo, trabajar el desapego, desaprender patrones que no aportan nada, ver al prójimo desde el corazón y tratarle desde el amor incondicional, así como el reconocer que nos abandonamos a nuestra fuente vida, entonces se nos revelará cada día ante nuestros ojos y nuestro sentir: una forma de vida desconocida para todos aquellos que están embobados por las mezquindades terrenales que nunca tendrán valor ninguno ante nuestra única verdad que es la evolución espiritual.
Les puede sonar un poco romántico o repetitivo pero hasta que no reconocemos que el cultivar nuestro ente espiritual y ayudar a otros a recorrer o a encontrar su iluminación espiritual, estaremos perdidos y definitivamente no vivimos solo existimos en una vacío como cuando el silencio ensordece o tan efímero como arar en el mar.
Así que si quieres evolucionar, arranca a pensar, a vivir, a respirar, a actuar y a amar en forma universal, cuando me refiero al amor en a cultivar el amor incondicional, no a la promiscuidad que tanto daño y tanto retrasa nuestra elevación espiritual.
Se que es muy usado en charlas de mejoramiento personal la idea de ser nosotros primero, segundos o terceros como escribí anteriormente, sin embargo te dejo unos ejemplos que te ayudarán a analizar que eres parte de un universo y no de un culto al ego que tanto te aleja de todo y te llena de tantos vacíos: por ejemplo cuando vas conduciendo y debes frenar bruscamente, hacia donde normalmente van tus manos si llevas acompañantes en el vehículo, las extiendes para protegerlos e idénticamente sucedes en situaciones de apremio, donde procuramos dar protección a quienes consideramos que son más vulnerables que nosotros y eso es un simple reflejo donde la mente adoctrinada se apaga para dar paso a nuestra luz interior conectada con nuestra esencia que es esa fuente inagotable de amor incondicional, que muchas veces por temores sociales dejamos de lado o por uno de los mayores saboteadores del vivir que no es más que :El que dirán.
Antes de finalizar quiero dar las gracias a todos aquellos maestros que nos ayudaron a formar como seres de bien en el LCFE ( Rufina, Argenis Pino, Carlos Fraga, Belen de Colombani, Alberto López / Piedrita, María Teresa, Carmen Mota, Luis Rosas Mata, Noel Núñez y muchos más)
Fuerte abrazo y gracias por tomarte el tiempo de leerlo.