La voz

La magia de la voz es algo que muchas veces dejamos de apreciar como tantas de las bondades que nos ha regalado el creador y en nuestro vivir acelerado perdemos todos esos detalles que al parecernos pequeños, los dejamos pasar y  son en la mayoría de las veces los que nos llenan la vida y alimentan el alma.

Cierra tus ojos un momento y piensa en la voz de alguien que sea importante para ti, concentrate en la voz profundamente y comenzaras a recrear tu mente con su imagen, su calor y todas esas emociones que te hacen sentir bien; tales como yo te quiero, yo te amo, dios te bendiga, hola mi vida, mi chiquita, hola mami, hola papi  y todas esas frases  que nos acompañaran en el camino de la vida.

Cuantas veces no nos hemos refugiado en una palabra de apoyo usando la reiterada frase: papa haría esto o mama me diría esto y seguimos adelante en nuestro diario vivir, por consiguiente nunca olvidemos que todas nuestras palabras tocan almas y de alguna manera tenemos un impacto en ellas por siempre.

Mi corazón en silencio

Desde el nacimiento nuestro corazón es símbolo de vida, amor, pasión o sentimientos profundos y nos acompaña durante todo este lindo viaje que es el existir, asi como tambien en el aprendizaje que nos enriquece día a día, cuando somos recién nacidos ese corazón se acostumbra a recibir frases bonitas, tiernas y suaves al oído, lo que nos da mucha ilusion de volver a sentir esas emociones con frecuencia, con el paso del tiempo ese corazón que llevamos dentro se siente pleno cada vez que le susurran de cerca un sentimiento o una pasión.

Mientras que cuando surgen diferencias de opiniones o intenciones con otro corazón en algún momento del camino de la vida, ese corazón nuestro recibe palabras fuertes como si la distancia entre ambos corazones sea tan grande que no se pueden comunicar en ese tono suave que tanto le gusta al corazón.

Será entonces que cuando nos separamos de nuestra paz interna y de la armonía que debe existir entre todos los corazones del mundo, los nuestros se vuelven sordos y por eso acostumbramos a gritar o alzar la voz creyendo que mientras mas alto sea nuestro hablar mas rápido nos darán la razón o el poder de desicion, no dejemos que nuestros corazones se vuelvan sordos y se rompan las mágicas líneas de armonía universal que los unen.

La vida nos demuestra día a día que las grandes obras del ser humano no se logran con ruido, se alcanzan con el silencio del corazón, ese silencio que esta impregnado del creador y que es fuente de armonía interna, paz espiritual y amor.