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8 de marzo de 2013

El Día internacional de la Mujer


Cada 8 de Marzo en muchas partes leo o escucho las muy sentidas felicitaciones que expresan a todas las damas del mundo y estoy totalmente de acuerdo en que sea reconocida su gran e invalorable labor en nuestra sociedad.

 Desde la concepción de un hijo, esta una mujer presente en nuestras vidas y son muchísimas las veces que hemos dejado de darle el valor real que tienen o de ser agradecidos con ellas.

Lo que no logro comprender es que al día siguiente, después de  los homenajes, las merecidas muestras de afecto o de reconocimiento a su desempeño en nuestra vida, para la mayoría de nosotros los hombres todo eso queda horas atrás y volvemos a dejar de lado a ese grupo inigualable de imprescindibles mujeres que nos rodean: madres, esposas, amigas, hijas, abuelas o compañeras. De verdad que no estoy de acuerdo con un solo día para la mujer. Decidamos hacer del día de la mujer todos los días del resto de nuestra vidas y así como estamos dispuestos a celebrar diariamente el día de la mujer, hagamos lo mismo con nuestros hijos, padres, amigos, vecinos y con cada ser viviente en el planeta. Dios habita en cada uno de ellos, no debemos dejarlos de lado.

Nuestra sociedad, por tradición o por intereses, ha decidido celebrar días especiales por algún motivo, pero hemos olvidado por ejemplo dedicar un día al Prójimo o crear el día de Dios. Dios merece todos los días, pero ¿se los ofrecemos? 

Te imaginas qué distinto sería celebrar el día de ser fiel a los principios correctos de vida, un día de no mentir, un día de no criticar, un día de no actuar mezquinamente, un día de no ser hipócrita. ¡Qué bueno sería un día donde los profesionales de todo el planeta no reciban pago alguno por sus servicios, que realmente trabajen por su deseo de ayudar a quien normalmente no puede acceder a sus altos honorarios!

Así podríamos estar buscando sentido a todos los días del año, pero nuevamente después de analizarlo debemos comenzar por nosotros mismos y cambiar profundamente. No tengo capacidad de saber qué creencias tienes tú que me estás leyendo y no sé quién eres. Yo creo en Dios y crecí en la religión Católica con todos sus aciertos o errores, sin embargo siento más conexión con nuestro creador sirviendo al prójimo con amor incondicional. Solo te invito a pensar un rato en todo lo que puedes lograr, con solo entregarte o abandonarte a tu Dios y salir a luchar por el prójimo y el mundo exterior.

¿Has pensado en la cantidad que gente que se motiva y participa en jornadas de protección al medio ambiente y la naturaleza? Tú puedes ser parte de ello… Este también es tu mundo, puede ser una buena experiencia para comenzar. Quizás surgiran en ti preguntas antes, durante y después de haber realizado esta bonita experiencia, por ejemplo: en las playas donde ponen huevos las tortugas, las normas nos indican que no debemos dejar luces encendidas para el buen desarrollo del proceso natural de las tortugas, eso es sin duda una bonita y agradable participación. 

Sin embargo te has  preguntado alguna vez,  qué bueno sería que todos esos voluntarios que se jactan de proteger a los animales o el medio ambiente, hicieran algo similar por el ser humano, te imaginas unirlos todos en pro de la vida de la especie humana y  generar un moviendo real contra todos esos abortos que se comenten a diario, los cuales se manejan hoy con un concepto muy liberal y sin escrúpulos. Es que acaso la mujer a la cual se le quita la vida en ese vientre, no tiene derecho a nacer y a celebrar su día hoy también

No tengo nada en contra de los ambientalistas en sus luchas por el medio ambiente, la biodiversidad, los animales, etc. Pero considero que si podemos luchar por el derecho de poder asistir con los perros a los restaurantes, vamos a luchar por nosotros mismos como raza humana. La ciencia está jugando a ser Dios con sus experimentos y prácticas, ellos no son dueños de la verdad y nosotros no debemos darle la potestad de decidir quién vive o quién no.

Madre, hija, esposa, amiga, hermana, prima, tía o compañera, personalmente trataré que cada momento compartido sea tan especial como el Día de la Mujer, sin importar la fecha. Lo mejor que podemos darnos el uno al otro es el tiempo que nos dediquemos, con amor lealtad, pureza de alma y acción.