Mostrando entradas con la etiqueta todos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta todos. Mostrar todas las entradas

16 de febrero de 2013

Exilio y renacimiento




Exilio y Renacimiento


Cuando estudiaba en la escuela  secundaria y alguien  mencionaba la palabra exilio, me parecía que era una frase relacionada a un pasado lejano o una etapa de la historia como las conquistas de Alejandro Magno, Napoleón o un poco más lejano como cuando Marco Polo trajo la pasta a Italia en una de sus visitas al lejano oriente; no pasaba por mi mente la mínima posibilidad de tener que vivirlo en un futuro cercano, si la tierra donde me toco crecer era una tierra llena de bondades, alegrías y con los brazos abiertos a todos los ciudadanos del mundo que quisieran disfrutar de un buen clima, playas, desiertos, nieve, bosques tropicales y de esa gran cantidad de oportunidades que ofrece la pequeña Venecia durante todo el calendario.


El compartir con jóvenes cubanos en la escuela que nos contaban las hazañas que sus padres o abuelos atravesaron  para poder sacarlos de Cuba y traerlos  a Venezuela, en los años posteriores a uno de los capítulos más tristes y miserables que haya tenido la humanidad en toda su historia como es la mal llamada revolución Cubana, sus relatos nos parecían dignos cualquier película de cine, no era para nosotros comprensible que vivíamos en un ambiente social de armonía y fraternidad que ellos fuesen victimas de tanta maldad y humillaciones por parte de un reducido grupo de resentidos o desadaptados sociales que en nombre de una supuesta justicia social, masacraban a un noble pueblo hermano y destruían un país a su antojo.

La tragedia cubana que ya lleva más de 50 oscuros años es algo que todos los ciudadanos del planeta deberíamos tomar en cuenta y exigir a nuestros gobernantes acciones reales  a muy corto plazo, para la real liberación y autodeterminación del pueblo cubano; así como en todos los rincones del planeta donde la opresión y la explotación del hombre por el hombre sea lo que suceda en la cotidianidad de un pueblo.

A finales de la década de los noventa en plano siglo veinte ya entrando a un nuevo siglo o más relevante aun, en las puertas de un nuevo milenio, nos llego a muchos venezolanos por motivos de secuestro,criminalidad, ausencia de un estado de derecho, motivos políticos o simplemente por pensar diferente a un grupo de resentidos sociales en dirigen los destinos del país que nos vio nacer, tomar la difícil decisión de abandonar nuestra tierra y toda nuestra vida, por simples caprichos de unos supuestos lideres, que cobardamente han sometido a una nación.

El complejo proceso de recomenzar una vida, en tierras extrajeras, donde las barreras de lenguaje, la xenofobia, la falta de créditos,las trabas para alquilar un sitio donde dormir, con los hijos pequeños, los padres en edad avanzada y todas esas historias que nos contaban los hermanos cubanos que nos parecían de películas, nos toco la piel y el alma a fondo en fracciones de segundos, pasamos de ser expectadores relajados en una butaca del cine de la vida a protagonistas de nuestra nueva realidad, a experimentar ansiedades, angustias, carencia de alimentos y todas esas realidades que solo el que sufre un exilio forzado o destierro tiene que enfrentar.

Son experiencias que no deseo para ninguno de los habitantes del planeta. Unos tenemos más suerte que otros o lo tomamos con mayor ecuanimidad y hacemos de tripas corazones en cada situación de aprendizaje que se nos presenta, son muchos los momentos que nos toca sobrellevar y ahogar nuestras frustraciones o dolores emocionales en este infinito proceso del exilio, pero todo en la vida sucede por algo y debemos ser agradecidos en todo momento con esa nueva tierra que nos adopta y tratar de renacer como el ave fénix en ese nuevo suelo, por supuesto que no es sencillo, pero recordemos que Dios no nos llevara a un lugar donde su misericordia no nos proteja y debemos crecer espiritualmente con nuestro pequeño grupo familiar donde  quiera que estemos.

Hace ya casi 3 lustros que debimos dejar nuestro país y sin esperanzas de regresar o de  poder estrechar nuevamente a mis familiares o amigos, pero aquí en esta tierra hemos cultivado nuevas amistades y nos hemos reencontrado con viejos amigos que nos ayudan a llevar esta pesada carga del destierro, allá quedaron nuestros sueños de niños, amoríos de jóvenes, sabores y colores propios de nuestra tierra, que nunca nos podrán arrebatar del corazón y que entre recuerdos e historias pasaran de generación en generación. Humildemente les invito a todos a reflexionar y actuar dentro de las posibilidades de cada uno, sobre las injusticias reales  existentes en el mundo y sabrás reconocerlas ya que te lo dirá tu corazón, no solo son aquellas que nos reflejan los medios informativos o los políticos de turno, son esas injusticias que te tocan el ama y te hacen pensar, esas situaciones que  observas o te llegan bruscamente  y chocan con tu esencia con tus valores o principios de humanidad.

Mañana será un nuevo día, otra oportunidad que nos da el creador de amanecer y renacer con amor por Dios y por todo lo creado en buena fe, así como con amor  por el  prójimo y por nosotros mismos salvemos el mundo que nos rodea y tomemos la bandera de hacer por todos y cada uno  el paraíso que soñamos, lo tenemos a nuestro alcance y lo dejamos correr como el agua entre las manos, sin valorar muchas veces por comodidad el sentido de existir para servir y amar en todo momento, como Dios lo hace con cada uno de nosotros.