19 de enero de 2017

Amar de alma ...


El alma, esa parte de nuestro ser que casi siempre, aprendemos a descubrir cuando sentimos los primeros vestigios de dolor emocional. No importa qué tan pequeños de edad o qué tan mayores por calendario, cuando nos llega la capacidad de percibir sentimientos tan profundos que traspasan nuestra conciencia, descubrimos o recordamos que tenemos esa esencia tan pura e inmortal que es nuestra alma.

El alma es nuestra mochila de emociones y aprendizajes que nos ha acompañado desde tiempo inmemorables, hasta nuestros días. Es nuestro mayor tesoro, es nosotros mismos en esencia de luz y amor.

Nuestra alma tiene su origen en el amor de nuestra creación y por lo cual, vive, respira, suspira, aprende, evoluciona y trasciende en el amor universal.

En las escuelas deberían existir asignaturas que nos ayuden a reencontrarnos con nuestra esencia y el conocimiento del ser, con la misma vigencia que las ciencias o el arte; tendríamos mejores seres humanos y adultos logrando mayores satisfacciones  hacia un bienestar universal,  en cambio que hoy en día, solo por la utopía de creer tener el poder, tenemos miles de  científicos fabricando armas de destrucción masiva o todas esas tecnologías que nos han guiado hacia un mundo sin amor por el prójimo, donde las mezquindades humanas parecen ser la consigna.

Cuando las expresiones artísticas, así como el amor o el servicio al prójimo sean unas de las principales motivaciones dentro de las sociedades como objetivo de vida, será entonces cuando nuestras almas, estarán logrando en gran parte el plan de evolución y crecimiento que hemos venido a realizar en este plano.

Desafortunadamente nos han hecho creer que el amor, como manifestación entre desconocidos,  no es más que una unión íntima entre personas ya sea por sentimientos, por el logro de una meta material o de pura atracción física y que podría involucrar reciprocidad en muchos de los casos. Olvidando que con cada experiencia íntima, nuestras almas están expuestas a cargas energéticas que pueden cercenar nuestro desarrollo o evolución espiritual. 

Es un poco intrínseco, para quienes no han tenido la grata experiencia de amar desde el alma; el comprender o asimilar sin querer descalificar a ninguno que el amor de alma es mucho más sublime que el simple hecho de grabar en la piel emociones físicas que se desvanecen o se borran con el tiempo. Amor de alma es mucho más profundo, no tiene expectativas mezquinas o intereses ocultos, es un amor profundo, sincero que solo persigue el entregarse de corazón sin esperar nada a cambio, trasciende distancias, tiempo, aprendizajes exigentes y cualquier conducta que nos han enseñado que son negativas y que no son más que situaciones transitorias necesarias para nuestro crecimiento.

Por eso les invito a vivir desde el fondo de su alma y dejar de lado todo lo efímero que retrase su reencuentro con su esencia de amor y evolución, somos seres espirituales, inmortales viviendo una experiencia física juntos de la mano con nuestro creador y con todo el universo; despojémonos de ese papel de ser juez y parte o dueños de la verdad y aprendamos a vivir en amor incondicional sin temor en perfecta armonía universal.

Opsensei
Doral, FL
Enero 19 2017
20:45 Hrs.

31 de diciembre de 2016

Las doce uvas...


A horas de cerrar el 2016, siento nuevamente necesidad de expresar pensamientos que no dejan de dar vuelta por mi cabeza.

Escucho a muchos esperanzados en el año venidero y en todos los preparativos que ocupan su tiempo real de existencia con el fin de recibir el nuevo año, la gran mayoría enfocados principalmente en bienes materiales a estrenar, otros en practicar  creencias o tradiciones que podrían brindarles un buen año y siento que muy pocos realmente analizan o dirigen su mente hacia un cambio interno radical en unión con nuestro creador que es la única llave que abrirá el sendero de evolución que les llevará a su realización como seres espirituales viviendo una experiencia humana.

Si, ya sé que muchos me consideran o me llaman extraterrestre, cuando emito estos pensamientos, pero personalmente creo que el tener un mejor porvenir no está en comer 12 uvas a la vez o de una en una al ritmo de las campanadas según es la creencia, has pensado que si fuera el  caso y de sucederte algo trascendente en tu vida en el mes de marzo del año que comienza por ejemplo, sería responsabilidad  de la 3ra uva que ingeristeis o es realmente una consecuencia de tus palabras, pensamientos o actos.

El cambio o la llegada del nuevo año no determina un mejor futuro o el alcance de metas por el tiempo transcurrido en la mayoría de los casos; sin duda que todo lo que deseemos alcanzar está absolutamente basado en nuestras acciones, en la percepción o forma de Aceptar los eventos que nos brinda la vida con cada amanecer, aprender, reeducarnos, soltar, fluir, desaprender, perdonarnos a nosotros mismos y a nuestros semejantes, dejar de ser eco sórdido de las opiniones de terceros sin analizar lo que repetimos como borregos, dejar la deslealtad, la envidia, el chisme, el involucrarse en la vida ajena y quizás la nuestra es un desastre, evitar emitir juicios sobre el prójimo como si fuéramos dueños de la verdad, son tantas las acciones que a diario cometemos sin pensar el alcance de nuestras palabras que sea cual sea el calendario anual que usemos, no vamos a ser capaces de tener un mejor año.

Despertemos a nuestra esencia real de conexión con nuestro creador y con el universo en pro de un bienestar general, no apoyemos movimientos anti natura, que al final nos afectarán de una manera o de otra. Respetemos y amemos al prójimo como aspiramos que nos amen o nos consideren a nosotros y entonces con cada amanecer tendremos un nuevo motivo para celebrar; activémonos todos desde este instante a sembrar amor incondicional, a servir y compartir desde el amor que emana nuestro corazón y nos maravillaremos de todos los cambios que juntos podremos lograr.

Opsensei
Pembroke Pines, FL 
Diciembre 31 2016
19:28 Hrs