A horas de cerrar el 2016, siento nuevamente necesidad de expresar pensamientos que no dejan de dar vuelta por mi cabeza.
Escucho a muchos esperanzados en el año venidero y en todos los preparativos que ocupan su tiempo real de existencia con el fin de recibir el nuevo año, la gran mayoría enfocados principalmente en bienes materiales a estrenar, otros en practicar creencias o tradiciones que podrían brindarles un buen año y siento que muy pocos realmente analizan o dirigen su mente hacia un cambio interno radical en unión con nuestro creador que es la única llave que abrirá el sendero de evolución que les llevará a su realización como seres espirituales viviendo una experiencia humana.
Si, ya sé que muchos me consideran o me llaman extraterrestre, cuando emito estos pensamientos, pero personalmente creo que el tener un mejor porvenir no está en comer 12 uvas a la vez o de una en una al ritmo de las campanadas según es la creencia, has pensado que si fuera el caso y de sucederte algo trascendente en tu vida en el mes de marzo del año que comienza por ejemplo, sería responsabilidad de la 3ra uva que ingeristeis o es realmente una consecuencia de tus palabras, pensamientos o actos.
El cambio o la llegada del nuevo año no determina un mejor futuro o el alcance de metas por el tiempo transcurrido en la mayoría de los casos; sin duda que todo lo que deseemos alcanzar está absolutamente basado en nuestras acciones, en la percepción o forma de Aceptar los eventos que nos brinda la vida con cada amanecer, aprender, reeducarnos, soltar, fluir, desaprender, perdonarnos a nosotros mismos y a nuestros semejantes, dejar de ser eco sórdido de las opiniones de terceros sin analizar lo que repetimos como borregos, dejar la deslealtad, la envidia, el chisme, el involucrarse en la vida ajena y quizás la nuestra es un desastre, evitar emitir juicios sobre el prójimo como si fuéramos dueños de la verdad, son tantas las acciones que a diario cometemos sin pensar el alcance de nuestras palabras que sea cual sea el calendario anual que usemos, no vamos a ser capaces de tener un mejor año.
Despertemos a nuestra esencia real de conexión con nuestro creador y con el universo en pro de un bienestar general, no apoyemos movimientos anti natura, que al final nos afectarán de una manera o de otra. Respetemos y amemos al prójimo como aspiramos que nos amen o nos consideren a nosotros y entonces con cada amanecer tendremos un nuevo motivo para celebrar; activémonos todos desde este instante a sembrar amor incondicional, a servir y compartir desde el amor que emana nuestro corazón y nos maravillaremos de todos los cambios que juntos podremos lograr.
Opsensei
Pembroke Pines, FL
Diciembre 31 2016
19:28 Hrs
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