31 de agosto de 2015

Sobrevivirá el Budo?

Con frecuencia me preguntan acerca del vacío que se aprecia en el campo del karate deportivo en relación a lo que tradicionalmente llamamos Budo o el código de vida del guerrero.

Es complejo para los más tradicionalistas o conservadores, aceptar esta faceta o evolución que se ha venido gestando con mucha fuerza en las ultimas dos decadas en el mundo del karate, al querer adaptarlo o convertirlo en deporte olimpico. Quizás desde un punto de vista conservador la mística del arte o la pureza original se desvirtúa un poco en la práctica del karate deportivo, aunque se mantenga el principio básico del respeto mutuo, siendo este uno de los pilares fundamentales del karate.

Como todo deporte, esta faceta deportiva en la vida del practicante de karate es una etapa no muy longeva, pero que requiere mucha dedicación, esfuerzo y sacrificio, así como también están las lesiones y el desgaste físico o mental a que se someten, olvidando a veces que mientras ellos dedican una gran parte de su vida a el entrenamiento, hay un mundo paralelo que va a su propio ritmo y que muchas veces les juzga con dureza o les recibe como seres perdidos en el tiempo, cuando ya la gloria deportiva esta en el ocaso o es el momento del retiro como atleta y eso no solo acontece  con el karate deportivo, sucede con casi todas las disciplinas deportivas.

Creo que la formación de un atleta de alta competencia, debe llevar también los valores y principios del karate tradicional; siendo esta parte del desarrollo en buena proporción responsabilidad del instructor o entrenador, que es la persona en quien el atleta deposita su confianza y es pieza clave tanto para la motivación, como para todos los aspectos competitivos, incluyendo el retiro que es una etapa de aprendizaje muy exigente.

Como instructores debemos aprender a discernir entre planificar la próxima competencia y en dejar un legado en cada uno de nuestros alumnos, no olvidemos que nosotros tendremos un impacto muy importante en la vida de cada uno de ellos.

Personalmente creo que pueden ir tanto el karate tradicional como el deportivo juntos; haciendo la salvedad que cada Dojo debe determinar que camino va a desarrollar principalmente; ya que no es lo mismo formar solo atletas, que procurar ayudar a desarrollar mejores seres humanos como es la idea original del karate tradicional a nivel emocional o espiritual.

Yo personalmente trabajo mas la formación integral del alumno y también les apoyo en su parte deportiva; debemos estar conscientes que no todos poseen las mismas destrezas para ser competidores, sin embargo de todos los alumnos si podemos lograr un cambio positivo en su visión o actitudes ante la vida. Si efectivamente les brindamos las herramientas como la disciplina, el respeto por todo y por todos, el reconocer que cada uno de nosotros somos nuestros peores enemigos, el hacerles comprender que la humildad es la base del crecimiento humano, hacer que asimilen que las pasiones no deben anteponerse a los principios y que cada instructor o maestro es responsable de guiarlos hacia su evolución espiritual, sin dejar de lado el buen uso del sentido común y les enseñamos que todas estas virtudes que se encuentran en cada alumno sin excepcion y  en conjunto con otro grupo de valores morales, que deben ser puestos en práctica en cada momento de su vida, creo que estaremos haciendo parte del trabajo.

Por lo cual considero que el Budo vivirá en proporción a el alimento que le demos desde nuestros corazones y en la forma que sin mezquindad alguna, cultivemos en cada alumno y en cada ser viviente que interactúa con nosotros en esta viaje que llamamos vida, compartiendo los valores del Budo.

Opsensei
Doral, FL 
Agosto 31 2015 
16:33 Hrs. 

25 de agosto de 2015

Como hemos conjugado los verbos


En estos momentos de soledad y búsqueda de respuestas, siento que parte de las situaciones que nos afectan a todos, podrían tener como base la forma en que nos han enseñado a conjugar los verbos.

Quizás pueden pensar que estoy un poco loco, en cuestionar algo que ha estado instituido por miles de años, como es la forma establecida oficialmente  de conjugar los verbos, pero creo que esta norma de conjugar nos hace estar del lado opuesto a lo que el universo o nuestro creador espera de nosotros en pro de nuestra evolución.

Comencemos con la forma actual de conjugar los verbos y podremos apreciar que la primera persona es el Ego, si suena raro quizás verlo de esta manera, pero nos acostumbraron a ver o pensar que somos el centro de todo y no es así. Todos pertenecemos a un universo y cada interacción con algo nos afecta a todos de forma positiva o negativa.

La segunda conjugación es Tu: me da la sensación que eso nos está creando en el subconsciente, el tácito hecho de ser juez a la hora de expresarnos y en la mayoría de las religiones nos recomiendan no ser juez de ninguno, la recomendación es no juzgar, mas bien aceptar y amar al prójimo es lo mas espiritual que conozco y da resultados positivos.

La tercera conjugación El o ella: muy parecida a la anterior, refleja nuestra capacidad creada por convicción de sentirnos mas que los demás y no ver nuestros defectos de una manera real, sin embargo somos capaces de emitir opiniones o juicios de terceros con una ligereza sorprendente.

La cuarta y dependiendo de la regla gramatical del idioma, puede agrupar el resto de las otras formas de las conjugaciones es Nosotros; esta forma puesta por así decirlo de ultima o menor rango es la que mas nos a separado o alejado como seres humanos.

Como es sabido por todos, cada uno de nosotros tiene una relación directa con cualquier habitante del planeta, aunque no le conozcamos personalmente, toda acción, pensamiento o palabra de todos los seres vivos que estamos en este plano terrenal tiene repercusión en nuestra vida. Pero el enseñarnos a conjugar de esta manera a mi entender, nos ha hecho lejanos de las necesidades ajenas y nos hace hasta cierto punto ser indiferentes a los problemas que aquejan a nuestros semejantes y quizás en nuestras manos tenemos las soluciones a una necesidad de amor, de salud, de apoyo moral o económico para alguien en este planeta, que puede estar sufriendo un desgaste físico o mental que va en detrimento de la evolución espiritual de ti o de mi.

No deseo ser tildado de anarquista o contrario a las leyes establecidas y mucho menos revolucionario; considero que el término revolución se ha manoseado tanto que la mayoría de los fracasados lo utilizan como escudo para esconder su mediocridad o para justificar fechorías.

Solo soy un humano que escribe para expresar lo que siente o piensa y que agradece a ustedes los que se toman el tiempo de leerme, sin embargo no descarto  que el despertar en cada uno la verdadera esencia del existir de la mano de nuestro creador es asignatura pendiente de todos y es  lo que nos hará libres o plenos en el diario vivir, no olvidemos que lo que alcancemos en riqueza o crecimiento espiritual es lo único que nos llevaremos cuando abandonemos esta piel que se quedara para reciclaje en la tierra, lo cual es otra muestra fehaciente que no somos dueños de nada material y mucho menos dueños de la verdad.

PD: No dejemos de lado el más reciente de los mandamientos que nos dejo Jesuscristo y conjuguemos bien nuestra vida, para un bienestar general.

"Ámense unos a otros, como yo  os he amado"

Opsensei Agosto 25 2015
Pembroke, FL  10:09 Hrs 

9 de agosto de 2015

Pequeños maestros


Todo aquel que sin haber cursado estudios universitarios o de reconocimiento profesional, y sin embargo tenga la capacidad pedagógica de trasmitir enseñanzas por su experiencia de vida o conocimiento; y a su vez, logre despertar en quienes les escuchan, sean sus discípulos o no, el amor por aprender para lograr un cambio positivo en la vida de cada uno de ellos, considero que todos debemos reconocerlos como un Maestro.

Hoy quiero conversar con ustedes acerca de algo que me atañe directamente a mi y a Todos los habitantes del planeta. Quiero expresarme acerca de los Docentes, Profesores o Maestros. Esas personas que sin conocernos nos dedican gran parte de su valioso tiempo de vida con dedicación casi exclusiva a cada uno de nosotros  y en pro de nuestro bienestar como objetivo principal de su trabajo.

En esta sociedad actual de valores o principios invertidos, donde predomina el facilísimo y la ausencia de moral, respeto, disciplina o amor por el prójimo; donde parece que lo soez y la pérdida del amor por la especie humana es lo que predomina o lo que mas se cultiva de la mano de la violencia, sin duda el arte de la enseñanza ha sido presa de esta vorágine globalizada.

Tanto que le debemos a quienes nos enseñaron a leer o escribir, a tener modales y buenas costumbres, a quienes con tanto amor y dedicación preparan sus clases o sus estrategias de enseñanza, para que nosotros, nuestros hijos o nietos aprendan herramientas de vida; a ellos son quienes todos los profesionales les deben lo que académicamente han logrado en esta vida. Entonces es misión de todos rescatar, valorar y dignificar a quienes nos han brindado sus conocimientos sin esperar otra cosa que no sea el que aprendamos y valoremos con amor el tiempo tan valioso que han invertido en nosotros.

Personalmente, son muchos los momentos que dedico a preparar una clase diariamente con el solo objetivo de despertar en cada estudiante el reconocer sus maravillosas virtudes como ser humano. Lo mismo sucede, cuando planifico actividades especiales como seminarios, entrenamientos al aire libre, presentaciones educativas a la comunidad o eventos de cualquier índole que van dirigidos a formar valores morales o herramientas de crecimiento en cada uno de los alumnos, y se siente el poco interés de los padres en involucrarse en las actividades o en la vida curricular de sus hijos, así como en su cotidianidad. Pero esto no solo sucede conmigo, es vox populi de los maestros en las escuelas o en cualquier actividad extra cátedra que realicen los pequeños o jóvenes de la casa.

Esta falta de interés general es la que ha llevado a ver crecer generaciones enteras que no valoren el trabajo o la dedicación de los maestros. Es muy triste ver que quienes son base fundamental en toda las sociedades son muchas veces los menos reconocidos o valorados en su esfuerzo o dedicación por un mejor mundo, algo así como le sucede a aquella antigua estructura social tan importante, pero tan terriblemente golpeada y maltratada, que trata de sobrevivir cada día a duras penas, esa estructura que cada día la quieren alterar mas su concepción original a conveniencia de algunos y dicha estructura no es mas que la familia.

Familia y maestros, profesores o docentes dos pilares de nuestra sociedad que día a día sufren los embates de quienes por el poder o la falsa riqueza económica desvalorizan a su antojo, olvidando que toda gloria es pasajera y que la riqueza espiritual es la única que nos acompañará por siempre, así como tampoco olvidemos que los niños son nuestros pequeños maestros también.

Fuerte abrazo y que Dios les bendiga a todos, gracias por tomarse  el tiempo de leerme.