Ya próximo a cumplir 57 años en este plano, siento hoy la necesidad de escribir sobre lo que creo es parte de ese grupo de pensamientos, sentimientos o revelaciones que forman parte de aquello pista, señal o guía de evolución espiritual que nos dejó el Maestro Jesús hace ya mucho tiempo y que expresó entre sus maravillosas verdades como: Conocer la verdad y os hará libres.
Y creo que esta es una de las partes del origen ese mensaje tan hermoso, me refiero a lo que personalmente considero que fue, es y será lo que podría ayudar definitivamente a la humanidad a experimentar ese mundo justo, bondadoso, empatico y sin las mezquindades o vicios terrenales que retrasan la evolución espiritual que todos tenemos, incluso hasta nos brindaría un verdadero nuevo amanecer cada día.
El A lo que me refiero es a todo ese conjunto de acciones, palabras o pensamientos que todos absolutamente todos podemos y debemos hacer sin temor por y para el prójimo, lo cual genera un bienestar general, que a su vez elevará nuestro frecuencia vibraciónal cómo energía que somos y sin duda día a día nos llevará hacia ese camino de iluminación espiritual y de desarrollo que todos vinimos a trabajar en este plano, mediante nuestros aprendizajes.
Denominare a esta herramienta de crecimiento espiritual: Amor incondicional, si ya se que es un término muy usado, sin embargo muy poco comprendido y no los culpo. Hemos venido arrastrando durante generaciones dogmas, creencias o costumbres que nos han separado de nuestra verdadera esencia y por eso cuando Interactuamos con alguien desde el amor incondicional la mayoría pone una muralla de protección por temor a ser afectado por bajas frecuencias de vibración y por experiencias previas de aprendizajes duros.
Cuando actuamos desde el amor incondicional no existen intereses ocultos, actuamos desde la iluminación , mientras lo hacemos la sensación de quien da y de quien recibe se refleja en el brillo de su mirada, en el resplandor de cada aura , que se cuela a través de nuestros ojos que son el espejo del alma.
Si analizamos un poco toda acción, palabra o pensamiento que viene de nuestra alma hacia el prójimo las mismas son totalmente desinteresadas, se sienten naturales, fluidas, ligeras y agradables como parte de nosotros así se perciben sabrosas y reconfortantes; no se puede esconder el sentimiento que encierran y nos acerca a nuestra fuente creadora, la cual no provee de todo sin exigir nada a cambio. Por eso les invito a comenzar a cambiar desde adentro, a mirar, a hablar y a pensar en el prójimo desde el fondo de nuestro corazón.
Cuando decidamos en cada amanecer o en el diario vivir, el actuar desde el amor incondicional sentirán esa paz, esa alegría, esa seguridad y ese regocijo que muchas veces es inexplicable, que nos hace sentir como estar tomado de la mano de Dios.
Opsensei
Agosto 11 2022