12 de octubre de 2015

Sin duda alguna, ha valido la pena !


En un vuelo de regreso a casa, desde la ciudad de Monterrey en el estado de Nuevo León en México, me tomo el tiempo de escribir estas líneas para contarles del regalo espiritual que recibí hoy desde muy temprano ya que eran las 5: 15 am hora de México.

Todos los que me conocen o me han leído, saben que para mantener mi Dojo durante estos ya casi 8 años de ofrecer nuestros servicios a la comunidad, ha sido una tarea a nivel económico muy exigente; por lo cual he tenido que realizar labores de trabajo, que muchos rechazan por ser poco atractivas o de mucho esfuerzo físico durante largas horas. No me siento superior a ninguno por haberlo hecho, ha sido mi decision mantener un Dojo donde la formación de valores morales, el desarrollo espiritual  y el Budo sean los pilares en el desarrollo de los estudiantes.

Durante las últimas semanas, le he preguntado al creador de la forma más profunda, humilde y como mucha fe lo siguiente: "Señor que quieres de mí, muéstrame el camino". Esta interrogante ha surgido entre otras cosas ya que el mundo relaciona el Éxito con la prosperidad económica, después de poner alma y corazón en todo lo que hago, sigue siendo muchas veces cuesta arriba, como humano que soy la sensación de frustración a veces me invade, sin embargo en la oración y agradecimiento a Dios por lo que tengo y no por lo que no tengo, junto al amor de mi familia, amigos y mis alumnos, respiro profundo y sigo adelante.

Pero todo tiene su tiempo y su momento, por lo cual considero que la respuesta llegó hoy y fue lo siguiente: una de mis estudiantes, que de acompañar a su hermano menor a las clases, decide un día intentar hacer una clase de karate y comienza a descubrir el encanto del arte; lo cual le ha convertido hoy en día a ser un modelo o ejemplo de constancia, perseverancia y liderazgo dentro del Dojo a su corta edad.

De su incursión por primera vez en el tatami ha transcurrido ya casi un año de eso y hoy me sorprende, así como me llena de orgullo que me ha dedicado un lugar en su tarea de la escuela; ha escrito una breve reseña que le pidieron sobre alguien que le ha motivado o le motiva en su vida y decidió entre todas las opciones que tenga, escogerme  a mi. Mientras escribo esto y desciende el avión, no les puedo negar que las lágrimas están en mis ojos por tal honor, caramba cuanto sentimiento soporta una sola gota de una lagrima.

Gracias Princesa Isabella, no sabes cómo has impactado mi corazón y mi alma eternamente, eres muy pequeña en edad para comprender ahora este regalo que me das. Nunca sabemos de dónde saldrán las bendiciones o regalos de Dios a todas nuestras acciones de corazón o las respuestas a nuestras preguntas existenciales. Por eso no descalifiquen, juzguen o maltraten a ninguno, todos somos uno y  estamos conectados sin duda alguna, lo aceptemos o no. Sin embargo el desconocer la ley universal de conexión no nos excluye de ser parte de un universo amplio y hermoso, que nos enseña o nos demuestra con mucha frecuencia que el amor incondicional es la energía principal de todos.

Por eso les invito por favor nuevamente a que despertemos y actuemos de corazón con el prójimo, compartamos nuestros dones, nuestras destrezas en pro de un bienestar general; nada va a suceder si seguimos esperando que las cosas lleguen por sí solas, el momento de amar al prójimo, respetar la armonía universal, compartir, dar, convivir, reír y sentir es ahora.

Por lo cual ha valido la pena todo lo que he luchado por el Dojo y seguiré luchando, no abandonen sus sueños, sus amores o pasiones de vida que les hagan ser parte de un universo inmenso de armonía amor y paz.

Cate: Gracias por este regalo espiritual inmenso, donde quiera que yo me encuentre siempre tendrás un lugar y estare de corazon por siempre para ti. God bless you



2 de octubre de 2015

Educación o escolaridad





Desde que tenemos uso de razón, nos enseñan en gran parte a todos que debemos ser responsables, pro activos, dedicados y destacados en una de las mejores etapas de la vida, como lo es la llamada vida de estudiante y anhelada por muchos los que sabemos reconocer su valor.

Existe la creencia que el dedicar gran parte de nuestro tiempo a obtener un buen promedio académico, nos brindará  en teoría la posibilidad de tener una calidad de vida superior a gran parte de la población.

Es muy posible que los más destacados durante su vida estudiantil, alcancen excelentes salarios y merecidos reconocimientos por su dedicación y entrega al culminar las diferentes etapas del aprendizaje universitario; Sin embargo no podemos olvidar que algunos de los que reconocemos hoy mundialmente  como iconos de la genialidad humana, no culminaron sus carreras universitarias por múltiples factores, pero lograron impactar en  la vida de millones con sus inventos.

No quiero ser tildado de contrario a la escolaridad, simplemente me gusta apreciar y analizar las variables de la vida,  ya que ninguno de nosotros es dueño de la verdad.

Muchas veces nos cruzamos con personas que poseen títulos de altísimo valor universitario y su comportamiento como seres humanos deja mucho que desear; mientras que otros que quizás solo poseen los conocimientos básicos de la primaria y algunos de ellos quizás sin haber tenido la posibilidad de ser alfabetizados,  nos brindan la mejor de las respuestas,  bellas acciones de sentido común o de humanidad, y a su vez tienden a ser  los más humildes o sensibles ante las necesidades el prójimo.

Por eso quiero expresarme hoy, acerca de la impostergable necesidad de vivir con humildad y amor por el prójimo, que comprendamos de una vez que todos estamos conectados; que podrás tener todos los títulos o reconocimientos que quieras, que pueda que no quepan en las paredes de tu mundo las placas y los diplomas, pero que sólo la forma en que te relacionas con tus semejantes es la mejor herramienta que existe para demostrar tu verdadero nivel de educación.

Que la prepotencia, la humillación, el desprecio, la venganza, la falta de sentido común, la ausencia de sensibilidad, el amor al poder, el deseo de ser siempre protagonista y querer opacar a los demás o pasar sobre ellos entre otras mezquindades humanas, no es más que fiel reflejo de un alto grado de ignorancia.

Igualmente no quiero dejar pasar en este escrito que : Son muchos los padres que delegan o esperan que los maestros se encarguen de la educación de sus hijos y la educación de todo ser humano se forja en casa.

Que nuestro creador los bendiga abundantemente y arranquemos ya a querernos unos a otros sin esperar nada a cambio,  que nos hará sentir maravillosos.

Fuerte abrazo

Opsensei 
New York 
Oct 02 2015
09:43 Hrs.