No todo silencio es olvido y no toda distancia es deseada.
Hace ya casi un mes que no escribía para ustedes, hoy deseo conversar acerca de las redes sociales.
Como es de esperar, nosotros los humanos somos expertos en emitir juicios u opiniones acerca de temas que no dominamos o sobré los cuales no hemos realizado un estudio profundo de los mismos y basados en comentarios o información de terceros nos hacemos parte de una matriz de opinión que no es de nuestro pleno conocimiento.
Eso creo que es el caso de las redes sociales, son muchos los vídeos, los escritos y las críticas verbales acerca de los posibles efectos negativos de las redes sociales en la sociedad actual y en las futuras generaciones. Muchos son los que opinan que las redes nos conectan, más sin embargo no nos comunican, existen otros que son contrarios a usarlas por sentir pérdida de privacidad o por el teórico aislamiento que producen en los asiduos usuarios de las mismas. Como es conocido por todos, cualquier actividad en exceso, tiende a causar efectos en la persona que muchas veces no son agradables y muchos terminan en manos de especialistas, para corregir su adicción.
Yo humildemente pienso que el motivo que lleva a las personas a estar conectadas a las redes de una forma continúa, no es más que para llenar un vacío emocional o espiritual por la falta de atención de los seres que le rodean o de los que forman su componente familiar. A su vez, para lograr sentirse importantes o protagónicos en este camino tan complejo y exigente que es vivir entre seres humanos, que al parecer hemos olvidado día tras día los principios básicos de existencia bajo la mirada y normas de nuestro creador.
Vemos a los jóvenes, gran parte del día conectados entre si, mediante medios electrónicos y se les critica con dureza, pero para mi, no es más que están pidiendo a gritos Atención, que tal vez ese padre o madre maravilloso que le compro ese artículo electrónico, es un gran trabajador y excelente persona, pero encajo en la rueda que prefiere trabajar más horas y poder cubrir los gastos necesarios, para pagar tutorías y actividades extra cátedras que mantengan a los niños ocupados y en parte sean criados por otros, para ellos como padres, poder tener "Tiempo para ellos" o aquella famosa frase de " tener mi espacio. Lo cual no crítico, pero después no tendremos derecho de exigir a los más jóvenes sobre valores, normas o buenas costumbres, que no fuimos capaz de sembrar en ellos.
Entonces los problemas de adicción a las redes o de aislamiento no es sólo de nuestros hijos, somos los padres que por falta de criterio, comodidad o sabrá Dios que causa, hemos dejado que la figura base de la sociedad, que es la familia se desintegre como estructura de valores, para el buen desarrollo de la sociedad humana y por lo cual todos los fanáticos de las redes, han encintado en serás un refugio, que en algunos casos no han tenido un final feliz.
Como siempre, una vez más les invito a ver al prójimo con los ojos del corazón, les invito a brindar lo mejor de cada uno a cada quien, hacer el bien siempre sin mirar a quien y dejemos de buscar errores en otros. Evaluemos de verdad nuestro mundo, nuestro hogar, nuestra vida, los cuales quizás estén llenos de muchas carencias y sólo somos capaces de observar los errores ajenos.
No todo es negativo en las redes, debemos aceptar que brindan sus bondades, aunque es algo sobre los que pocos comentan, considero que son amplios los beneficios hasta el momento y lo que aún falta por descubrir para todos los que las usamos, desde reencuentros familiares y con amigos de infancia, compañeros de escuela o de trabajos. También han sido herramientas claves en las luchas por la libertad de los pueblos y muchas otras que el el momento no vienen a mi mente; a título personal puedo decir que ha sido muy útiles en este exilio forzado que la vida nos ha puesto a muchos que hemos tenido que dejar nuestros países de origen por opresión, inseguridad o ausencia de libertad entre otras.
Un fuerte abrazo.