29 de mayo de 2016

La Undécima


Me motivo a escribir esto, ya que unos amigos de origen español y muy queridos como hermanos, se tomaron el tiempo de acordarse de mí en una publicación de Facebook que uno de ellos escribió, donde uno de ellos se preguntaba qué donde estaría yo, después de la Victoria alcanzada por su equipo, lo cual que agradezco por acordarse de mí.






El caso es que desde mi punto de vista, cualquier fanatismo por un grupo deportivo, una asociación política, una cultura religiosa u otro tipo de agrupación o creencia, es dañina. Si ya sé que en muchas partes o en muchas opiniones, me consideran un extraterrestre por no ser parte de esa población que omite las situaciones reales de vida y se refugian en eventos de masas como este, con la excusa de salir de la rutina y tener tema de conversación de moda o actual.

No los juzgo por su determinación de ser parte activa de las matrices de opinión del momento, pero les invito a ser tolerantes a quienes no somos parte de esa matriz. No quiero sonar anarquista, conspirador o anti sistema, pero creo que existe un considerable porcentaje de manipulación de la población mundial por parte de intereses ocultos en desarrollar esa cultura de ser fanático de algo, que no les brinda nada de evolución espiritual a ninguno de los que dicen pertene o expresan con viva voz: Ganamos, somos campeones y cosas por el estilo, cuando ni los jugadores, ni los directivos y mucho menos los políticos de oficio, tienen idea o noción de la existencia o el nombre de quien le apoya, sigue, lucha, llora y celebra con vehemencia.

Creo fielmente como parte de la humanidad, que existen muchas causas, personas, comunidades e inclusive familiares que requieren más de nuestra atención y amor incondicional, que estos grupos deportivos, asociaciones políticas o de otra índole que nos separe de nuestra esencia en nuestra misión o real deber de vida, que es servir y amar al prójimo como nuestro creador nos ha encomendado.

El tema puede tener miles de vertientes y podría pasar horas escribiendo al respecto, solo les invito a pensar un poco, si la victoria lograda por la agrupación de la cual se jacta, le sirve o le beneficia directamente en tener una mejor calidad de vida, si le ayuda a encontrar un mejor modo de vivir o a ser una mejor persona.

Un fuerte abrazo y el que se sienta campeón que celebre su undécima a plenitud. 



25 de mayo de 2016

Cursi

 Soy un cursi empedernido, sin duda y no siento pena ninguna en hacerlo del conocimiento público.

La definición de cursi o cursilería, según nuestra academia de la lengua, no es otra cosa en palabras de a centavo lo siguiente: manifestación excesiva de alguna conducta humana que es considerada ridícula, inapropiada o con un toque excesivo de romanticismo.

Desde muy pequeño, recuerdo que existe en nuestra sociedad la habilidad de juzgar sin clemencia y con una velocidad de reacción que muchas veces asombra, cualquier manifestación de amor que brindemos a nuestros semejantes desde el corazón y la crítica pareciera tener un claro objetivo que no es más que el de hacernos sentir mal emocionalmente, sentir que hacemos el ridículo y somos o seremos el hazme reír de muchos.

Desconozco el origen de ese absurdo objetivo, sin embargo puedo aseverar que nuestra manifestación de amor o afecto, no es más que una conexión con nuestra esencia y simplemente fluye el objetivo de nuestro existir y de nuestro destino final, después de este aprendizaje que es la vida y no es otro que el Amor de Dios por cada uno de sus hijos.
Vinimos del amor, nacemos del amor, luchamos, soñamos, aprendemos y evolucionamos del amor, entonces cuál es el motivo de sentirse avergonzado por amor. Que actitud tan pobre el educar a nuestros niños con temor a brindar amor o afecto a sus seres queridos, así como a recibirlo públicamente o expresarlo libremente, es que acaso existe algún humano que no se sienta bien recibiendo afecto o muestras de cariño del prójimo?.

Creo que la gran mayoría de aquellos que tienen la osadía de juzgar de mala forma las muestras de afecto o amor, no es más que alguien que carece de ello y que desea con todas sus fuerzas sentir esa experiencia, pero el temor de ser juzgado o señalado no les permite salir de ese estado de cobardía emocional y aceptar que el amor es la energía del mundo.Por miles de motivos yo me declaro cursi, soy cursi por el amor de mi familia, soy cursi por el amor tan divino de los hijos que nos da la vida, soy cursi por disfrutar cada vez de abrazos sentidos que te hacen renacer desde el fondo del alma, soy cursi por las muestras de afecto de mis amigos o alumnos que muchas veces me dejan sin palabras, soy cursi ya que agradezco a Dios todo lo que me ha permitido aprender y la forma que he descubierto en vida para agradecerle a nuestro creador, no es otra que sembrar amor incondicional por donde quiera que voy y sé que hay muchos que no lo comprenden o me juzgan, sin embargo seguiré siendo un cursi.

Así como la mal llamada cursilería por afecto nos ha intentado separar de nuestra esencia por paradigmas establecidos y aceptados por la mayoría de la humanidad sin cuestionar o sin indagar mas alla de la simple aceptacion como verdad absoluta y que puede llevarnos a ser parte del triste refran "mal de muchos, Consuelo de tontos", te invito a que tomes un momento de tu tiempo y pienses que deseas hacer, que te falta por hacer que te haga sentir bien y feliz sin hacer daño a ninguno; para que tomes ya las riendas de tu vida y no sigas viviendo una vida prestada, llenas de insatisfacciones, sacrificios, carencias o en función de terceros quienes muchas veces están viviendo Su vida a costilla de las nuestras.

Un fuerte abrazo, gracias por tomarte una vez mas el tiempo de leerme y muchas bendiciones de todo Corazon.

Opsensei
Pembroke Pines
Mayo 26 2016 

14 de mayo de 2016

Todos sabemos, quizás ...


Todos sabemos cuando llegamos a este plano, sin embargo no sabemos cuando nos vamos o el motivo principal por el cual vinimos. Unos con mayor capacidad espiritual logran encontrar a temprana edad el sentido de su visita en este viaje de continuo aprendizaje que llamamos vida, por eso es tan importante permitir a los niños expresarse libremente y dejar volar su imaginación sin que sean juzgados, adoctrinados o cercenados por paradigmas que muchas veces ni nosotros mismos hemos cuestionado o analizado, mientras los pequeños maestros no hagan daño ninguno, crecerán más felices.

Estoy muy agradecido con Dios por todo lo que me ha brindado en mis primeros 50 años de vida; sin embargo no puedo dejar de hacerle saber a Dios y a todos, que me gustaría dar más de mí en en esta misión de vida; que mi mejor refugio es la oración ante el santísimo, que cuando esporádicamente la incertidumbre me ataca, en la oración sentida y con palabras sencillas  desde el corazón en pro de alcanzar una conexión con el creador, logró alcanzar esa paz espiritual y mental que me re conecta con mi esencia, llenando mi alma de esa inexplicable sensación de amor que es nuestro creador.

De todo corazón  agradezco y bendigo a todos, los que han compartido este viaje de vida conmigo y a los que están por compartirlo. Todos los aprendizajes o lecciones que hemos vivido, nos debe hacer crecer en espiritualidad y es lo único que nos vamos a llevar, por eso les invito a llevar carga espiritual de la buena, de esas que nos llenan el alma y nos hacen llorar de alegría.

Estas líneas no son una despedida, simplemente son sentimientos que quiero expresar y no dejarlos en mi corazón; ya que una de las fallas entre todas las que tenemos como humanidad, es la de guardar sentimientos o emociones que no sean aprobados o comprendidos por gran parte de la sociedad, así como también acostumbramos  a no reconocer los méritos o las bondades que realizo alguien en vida y son muy bien reconocidas, cuando ya no esta físicamente presente  para compartirlas.



Quizás...

Quizás habrá quien recuerde cuando yo ya no este, que en el Santísimo Sacramento encontré el mejor refugio para mi alma en momentos de vacío, soledad, incertidumbre y para agradecer a Dios, cada uno de mis días en vida.

Quizás alguno piense en ir a  un juego de beisbol y recuerde que era lo que desde niño siempre soñé ser, pero Dios tenía otros planes y así es como debía ser.

Quizás alguien comprenda que no estaba tan equivocado en practicar el servicio al prójimo con amor desinteresado, aunque fuera juzgado por muchos e incomprendido por tantos.

Quizás cuando yo no este, llegue el momento donde la humanidad base sus relaciones en amor y no en dinero o conveniencia.

Quizás cuando yo no este, todas las formas de arte sean finalmente reconocidas como expresión sublime del alma.

Quizás cuando ya no este, habrá quien se tome el tiempo de leer todo lo que he escrito y encuentre en mis lineas algo que pueda ser de ayuda.

Quizás cuando ya no este, solo seré un recuerdo en quien me quiera conservar entre sus memorias. 

Quizás cuando ya no este, muchos comprendan que el karate era solo el camino, no el destino final. 

Quizás cuando yo no esté, habrá quien recuerde que la música es también parte de mi vida y cada letra lleva un mensaje más profundo que el ritmo, sin olvidar que mi primera canción fue: El Carreteto de Guillermo Portabales, después siguió el Ratón del Gran Cheo Feliciano y que dedicó a mis hijos Amor y Control de Ruben Blades, cada vez que la escucho. 

Como una vez dijo mi mama ". Sí, estudiaras como te sabes las letras de las canciones, serías un genio"

Les confieso, que ahora disfruto más a Johann Strauss, que como la hacía en mis años mozos y me encantaría poder ir Viena, cenar al lado del Danubio en una noche despejada de invierno con luna llena y disfrutar de violines en vivo, sin duda una velada perfecta.

La música es un alimento de alma, no dejen de sentirla, es un idioma universal con una riqueza inmensa de vibraciones, mensajes y amor.

Un fuerte abrazo, no olviden cada día, tomarse un tiempo para ustedes y orar por sus intenciones personales, agradecer por todo, aceptar, practicar el desapego a lo material y a todas las emociones negativas, re conectarse con su esencia y así lograran pronto el tan anhelado crecimiento espiritual. 

9 de mayo de 2016

Exceso de expectativas o depresión ?


En estos días he recibido el comentario, ya que espero no sea una afirmación o decreto, la siguiente frase: Sensei, estoy deprimido o deprimida.

Frase de uso muy común en nuestros días y sobre todo en nuestra cultura occidental. No es mi interés des mitificar a nadie o querer ser un gurú y muchos menos juzgar o descalificar a ningún profesional, sin embargo creo muy seriamente, que este estado que denominamos depresivo, no es más en sencillas palabras que manejamos un gran exceso de expectativas en relación a una o más situaciones en nuestra vida, que nos hace perder la perspectiva o momento real de nuestra existencia o misión de vida.

No niego que nuestras hormonas tengan influencia en nuestros estados de ánimo y se ha comprobado que el tan nombrado cortisol cuando se lo permitimos hace de las suyas y se mete en un bolsillo a las endorfinas o a la testosterona y requerimos de un ajuste, que sin pastillas se puede aprender a controlar y entonces debemos llegar a la famosa frase de: La actitud que tomemos será determinante, para aprender, navegar y ser feliz en este camino que es la vida, de donde ninguno saldremos vivos, por lo cual las preocupaciones no deberían ser parte de nuestro pensamiento.

Creo que la lucha interna de ideas, emociones de nuestra esencia, deseos e ilusiones, chocan fuertemente con los paradigmas que nos han enseñado y he ahí el origen de los estados de opresión mental, que nos debilitan y nos hacer perder el sentido de la magia o el encanto de vivir.

Hemos aprendido a desprendernos de nuestra esencia y a vivir en función al mundo, requiriendo el visto bueno o la aprobación de la sociedad  y eso confronta muchas veces lo que nuestro corazón grita o nuestra alma quiere sentir.

No niego que por ejemplo: una ruptura de pareja o la pérdida de un ser querido es un aprendizaje fuerte, pero estamos a tiempo de disfrutarlos con amor en este momento real, que es lo único que tenemos; por costumbre o por conductas aprendidas sentimos tristeza por la posible pérdida de alguien, más no olvidemos que quienes podemos irnos antes somos nosotros también, por lo cual siempre les invito a ser mejores seres humanos cada día.

Así que solo puedo recordarles e invitarles a vivir en unión con su esencia y con nuestro creador en todo momento, no  olvidemos que tenemos una misión de vida y nadie puede vivirla por nosotros. Dejemos que nuestro corazón exprese un té amo o un té quiero, así como aprender a decir no cuando haga falta, aprendamos a comprometernos y vivir lo que predicamos.

Si dan un paseo por la mayoría de las historias de las personas que han tenido la valentía de hacernos saber que vencieron la depresión, en general coinciden que un cambio en su actitud ante la vida, practicando el desapego, aceptando y no lamentándose, actuando desde el amor incondicional primero en ellos y después en el prójimo, entre otras decisiones que realizaron, fue lo que les permitió  en gran parte el salir de esa carcel mental que ellos mismos construyeron y que llegado el momento en que alcanzan comprender su aprendizaje, de una  forma valiente y decidida lograron romper las cadenas que detenian su proceso de evolucion espiritual y no fueron propiamente los calmantes o farmacos, los que les elevaron hacia su independecia emocional y posterior reencuentro con su esencia, en pro de su felicidad y bienestar; siendo un valioso y digno ejemplo para la humanidad,

Fuerte abrazo y muchas bendiciones .

Opsensei 
Mayo 9 2016