En un típico amanecer cálido y húmedo en el sur de la Florida, donde la primavera sabe a verano con estas temperaturas que siempre te hacen vestir de ropa muy ligera, el dojo alcanzó sus 9 años.
Han sido nueve años de un aprendizaje continuo y sin descanso, de esfuerzos, de sonrisas, de alegrías, de llegadas y despedidas, de tanto vivir diario que podría escribir un nuevo libro.
El dojo es como un hijo que nació del amor y en este caso se crea por el amor al prójimo y abrió sus ojos al mundo cargado de ilusiones; sin embargo paso a paso fue creciendo y aprendiendo cada día que el mundo regido por los humanos, no se parece mucho al mundo de amor de donde venimos todos.
Ha sido el dojo una escuela de vida para todos los que han convivido en el. Nos ha dejado alegrías, lágrimas, aprendizajes profundos, paz, hermandad, una nueva familia, logros en el mundo deportivo, pero sobre todo esa reconfortante sensación imborrable en nuestro corazón de ayudar a cambiar vidas en positivo mediante la práctica del karate, basado en su filosofía espiritual de ayudar a ser mejores hijos de dios cada día.
Ha sido un trabajo arduo y de mucho sacrificio a todo nivel, sin embargo con unos logros a nivel espiritual que siempre estarán en el corazón de todos los alumnos, representantes y en nosotros como instructores; lo cual nos hace seguir adelante ante todas las adversidades y les confieso que cuando escribo esto salen lagrimas de mis ojos y el corazón se arruga, pero hay un creador que me llena de energía y amor incondicional por todos para seguir adelante.
Ha sido el dojo uno de los aprendizajes más exigentes que he tenido en mi vida, a nivel de fe en mi mismo y en mi misión de vida de servir al prójimo, ha sido un aprendizaje exigente también para mi familia y sobre todo a mis hijos, quienes desde pequeños han vivido todo a mi lado, gracias mis muchachos por dar tanto siendo tan jóvenes, a ustedes como a todos los que me leen les recomiendo que nunca dejen de luchar por sus sueños, por sus dones y por las señales que les envía su corazón, como diría mi Abo a quien no me alcanza la vida para agradecer todo lo que ha hecho por mí yo por los míos: Haz lo que el corazón te dicte.
Son 9 años y contando, nació el dojo en una época de recesión fuerte como pocas ha conocido la historia de la humanidad y hemos visto empresas gigantes cerrar sus puertas a nuestro lado, sin embargo seguimos nosotros poniendo nuestro corazón y todo lo que somos con todo lo que tenemos en cada amanecer, con el mismo amor con que nació ese 14 de Abril del 2008, con las mismas ilusiones de cambiar vidas en pro de un mundo mejor y con la confianza en que nuestro creador nos tiene donde quiere y que siempre serán lo mejor para nosotros sus planes, en esta experiencia humana de vida, dentro de la inmortalidad espiritual de la que somos parte todos.
Gracias de todo corazón por el apoyo a quienes han compartido estos primeros nueve años y que Dios les bendiga abundantemente a todos por tomarse el tiempo de leerme.
Opsensei
Abril 25 2017
Opsensei
Abril 25 2017