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30 de noviembre de 2023

Viajar en el tiempo del Osu

Este pasado fin de semana, tuve la oportunidad de reencontrarme nuevamente con el Sandaime Soke Kenyu Mabuni en La ciudad de México, gracias a un extraordinario evento organizado por la gran familia de Dento Mabuni Mexico y con el respaldo del grupo Dento Mabuni International.


El tener el privilegio de compartir en dos oportunidades en este año 2023 con el nieto del fundador de nuestro estilo de karate Sandaime Soke Kenyu Mabuni es un verdadero regalo del cielo. Sin embargo no solo quedaba ahí el regalo, también me llenó mucho mi espíritu budoka el compartir nuevamente con quien a finales de la década de los setenta con una forma muy especial de transmitir sus conocimientos me enseñó lo que en nuestro mundo de karate denominamos Mae Geri, el Sensei “Kiko Arteaga”


El Sensei Arteaga fue sin el saberlo una de mis grandes inspiraciónes en mis comienzos en la práctica del karate. Aunque nos fuimos por caminos distintos en la vida del Budo, sus técnicas siempre las recordaba como referente de un buen karateca,


Así que volver a compartir con el ha sido otro obsequio del creador en este camino de vida, poder disfrutar de sus conocimientos, de las historias por su trayectoria en el estudio profundo del karate, al igual que en la práctica del arte tanto en Venezuela como a nivel mundial , sus conocimientos que gentilmente compartió con nosotros, son de un gran valor para quienes vivimos  el arte del karate las 24 horas del día.


Sin temor a equivocarme puedo asegurarles que el tener la posibilidad de compartir con el Sensei Arteaga tanto en el tatami como fuera de él, No tiene desperdicio, todo es ganancia. 


Asi que este encuentro con el Sensei Arteaga me traslado en el tiempo, donde daba mis primeros pasos en el aprendizaje del karate. Entre las nutridas conversaciones con el Sensei Arteaga salió a relucir el tema del Vocablo Osu y no puedo dejar de lado esta experiencia del Sensei Arteaga tan interesante.


El Sensei Arteaga tuvo el privilegio de residir en Japón durante 3 años, trabajando y aprendiendo bajo la dirección del Maestro Manzo Iwata. El Sensei tenía como residencia la casa de la familia Iwata, donde trabajaba su jornada normal desde la mañana hasta aproximadamente las 5 de la tarde y después entrenaba un promedio de cuatro horas diarias a partir de las cinco de la tarde bajo la direccion exclusiva del Maestro Iwata, lo cual le permitió compartir y aprender de los diferentes Maestros que compartían con el Maestro.


Dentro de las actividades que realizaba el Maestro Iwata, estaba la supervisión y visita de escuelas, universidades y en los dojos que estaban bajo su responsabilidad; situación que ayudó al Sensei Arteaga en su desarrollo tanto técnico como histórico del arte del Shito Ryu. Con el transcurrir del tiempo el Sensei Arteaga por su dedicación, por su esfuerzo y por su calidad en la práctica del Karate se convirtió en asistente principal del maestro Iwata.


Enlace escuelas se acostumbraba a responder a los comandos del instructor con la frase Hai qué significa si en japonés; mientras que en las universidades donde según el Sensei Arteaga se podía percibir la energía de los alumnos, la entrega de los practicantes en el entrenamiento con un compromiso de guerreros, los estudiantes daban como respuesta a cualquier instrucción o a el saludo de forma fuerte y clara el uso del vocablo: Osu.


Por consiguiente a su regreso a Venezuela, el Sensei Arteaga, comenzó a usar la frase Osu en el dojo y así se fue sembrando en el corazón de todos, trascendiendo fronteras en sur America, aunque el también explicó que otras organizaciones en Venezuela prefirieron usar la frase Hai, como para marcar una diferencia entre estilos.


Por lo cual podríamos decir que el padre del uso del vocablo Osu en tierras Venezolanas es nuestro apreciado Sensei Francisco Arteaga, quien a su vez es el fundador de la UNKS ( Unión nacional de karate Shito Ryu) El Sensei Arteaga dedicó mucho tiempo de su gran aporte al karate en Venezuela formando instructores y atletas a lo largo y ancho del país, también por su larga trayectoria dentro de la Federación Venezolana de Karate brindando su sólido y amplio conocimiento técnico.


Gracias por llegar hasta aquí, les invito a quien quiera conocer sobre el arte del Shito Ryu e igualmente a los practicantes de karate que cuando tengan la posibilidad de compartir con el Sensei Arteaga que no dejen de hacerlo, no se van a arrepentir. Una vez más doy gracias al creador por este fin de semana de budo, agradezco también al Shihan Gaytan y a todo su grupo, así como al Shihan Linas, al Sensei Guerra, al Sensei Valderrama y al Sensei Hector por hacerlo posible. Un fuerte abrazo a todos e infinitas bendiciones.


Osu Arteaga Sensei 



15 de junio de 2023

Ichioka - Osaka


Como diríamos en mi querida Quisqueya:

Saludos. Desde aquí, desde el rincón mas profundo y sentido de un corazón agradecido les escribo,  para una vez mas dar Fe del gran poder de nuestro creador y de sus planes, que siempre son mejores que los nuestros sin duda.


Hay momentos en la vida en que no sabemos cómo expresar infinito agradecimiento, asombro en positivo, alegrias o emociones que erizan la piel y  que hasta nos hacen brotar lágrimas de emoción. Los que no se limitan en el sentir y dejan como este servidor que el creador actúe en ellos saben muy bien a que me refiero. 


Cuando comencé el estudio del karate por allá por el año 1977, no podría imaginar que tendría el privilegio o mejor dicho el regalo del cielo de poder estar en la ciudad de Osaka y compartir el entrenar unos días con el nieto del fundador de nuestro estilo  de karate, el Maestro Soke Kenyu Mabuni en el dojo de su familia. Un dojo con una magia, una sencillez y una riqueza tanto espiritual como pleno de conocimientos e historia que divide la vida en la práctica del karate en un antes y un después. 


El Maestro Mabuni tuvo la gentileza de invitarme con un grupo de alumnos a convivir varios días en su dojo y escribo convivir ya que su forma de enseñar, de compartir con nosotros técnicas, historias, anécdotas familiares, comida, etc. Fue una convivencia como de amigos de toda la vida, momentos memorables para mis alumnos y para mi.


A nivel técnico educativo e histórico, mis alumnos y yo hemos tenido la oportunidad de estar en lo que podríamos llamar:  lo más cerca de las bases del karate original de la línea Shuri Te, ya que el Maestro Ankou Itosu dejó su legado de preceptos  a el fundador de nuestro estilo Shito Ryu el Maestro Kenwa Mabuni. 


Poder ver esos preceptos y tenerlos en nuestras manos fueron momentos de mucha emoción y por que no podríamos decir que hemos sido bendecidos u honrados sin planificarlo el vivir esa experiencia.


El karate es una forma de vida que muchos inician y según las estadísticas por cada cinco mil personas que se inscriben solo uno alcanza el cinturón negro, hago la salvedad que obtener el cinturón negro es solo el comienzo del camino. Quizás suene un poco complicado o sin mucho sentido, sin embargo puedo asegurar que después de lo vivido a lo largo de este camino, yo no concibo una vida sin karate. Como acostumbro a decir muchas veces: Come karate nesuno.


Han sido dias de aprendizaje, de unificar criterios y por qué no cuestionar o analizar juntos  en armonía  cualquier duda sobre nuestro estilo. Compartir con el Maestro las formas variadas que he desarrollado para hacer Kata en pro de nuestra parte espiritual y mental, así como para los niños dentro del espectro autista ha sido muy enriquecedor , incluso comentamos sobre los grupos que están usando el karate tradicional para ayudar a los pacientes con mal de Párkinson en mejorar su motricidad.


También conversamos sobre diferentes aspectos del Budo Karate que es sin duda más que una forma de vida. Me atrevo a definir el Budo karate como un viaje de crecimiento interno, que se practica normalmente en grupo, sin embargo el crecimiento o desarrollo es individual, es un trabajo en grupo que te hace familia. 


Gracias doy a nuestro Padre Creador, fuente de vida una vez más por otro regalo, por otro aprendizaje y por mostrarnos caminos de regocijo espiritual que atesoraremos en nuestros corazones. Gracias también a mi familia por es apoyo, a mis compañeros en esta historia: Soke Mabuni, Sensei Yamada, Sensei Jorge, Sensei Hector, Senpai Katiuska, Senpai Victor y a todos nuestros  estudiantes que nos inspiran cada día a remar hacia la isla del Budo como dijo el Ryuso Kenwa Mabuni. 


Gracias de todo corazón por tomarse el tiempo de leerme y no olviden dejen actuar al creador en ustedes, escuchen, sientan y piensen con el corazón, así alcanzarán el verdadero sabía de este viaje que es la vida.


Opsensei

Ichioka -Osaka 

Junio 2023


Pd: Kathy y Natys sin ustedes tampoco habría sido posible, un abrazo de alma. 


9 de enero de 2013

Un Camino Sin Armas


Un camino sin armas

Comenzar a escribir sobre karate no es tan sencillo como parece… Es complejo y profundo como el arte mismo. Primero que todo aclaro que no soy un fanático porque en el karate no hay fanáticos. El que practique karate con fanatismo, no está recibiendo la información correcta del karate en sí o no comprende a plenitud el verdadero sentido del camino de la mano vacía.
El arte al que me refiero en particular es el Karate japonés. En muchas partes del mundo llaman karate a prácticas de defensa personal o a danzas tradicionales, y nada más lejos de la realidad. El Karate japonés es uno solo y está representado a nivel mundial por las cuatro escuelas más importantes que son: Goju Ryu, Wado Ryu, Shotokan y Shito Ryu. Esta última es la que reúne mayor variedad de técnicas y katas registrados.
El karate japonés tiene sus orígenes en las islas del sur de Japón, siendo la isla de Okinawa el centro de su florecimiento y cuna de los grandes maestros. El karate se basa en un sistema de defensa contra las armas, sin armas. De ahí viene su nombre: Karate Do. Kara significa vacío”, te significa mano” y Do significa “el camino o la vía”, o sea, el camino de la mano vacía, sin armas. Es un sistema tan natural como el cuerpo mismo. No tiene edad, ni sexo. Toda persona puede practicarlo y al poco tiempo comenzar a disfrutar los beneficios físicos y espirituales que el karate brinda. Es un estilo de vida que con la práctica logra convertirse en parte de nuestra rutina diaria y nos despierta ese sentimiento de búsqueda interior para ser un mejor ciudadano. El karate es uno de los pocos deportes que nos permite condicionar el cuerpo y la mente a la misma vez. Nos brinda seguridad, flexibilidad, condición física y fortaleza cardiovascular, y al mismo tiempo nos muestra el camino de la humildad, la hermandad, la determinación para alcanzar metas paso a paso, disciplina, respeto y cortesía con los demás.
No hay malos o buenos estudiantes en karate. Puede ser que existan maestros o instructores mediocres, que no logran comunicar el verdadero sentido del karate y trasmiten al estudiante información equivocada, provocando que muchos alumnos desistan. Con frecuencia los principiantes llegan al Dojo con la sola intención de combatir, perder peso o librarse de las tensiones. La gran mayoría descubre que este arte ofrece mucho más que eso y encuentran en su práctica diaria un conjunto de ventajas que no esperaban recibir. Por otra parte están los que desertan en los primeros días o al poco tiempo, en muchos casos porque no estaban preparados mentalmente para recibir todo el entrenamiento y son de esos que prefieren tomar un camino más sencillo, con menos retos, sin saber que a la larga es menos satisfactorio.
No todos estamos preparados para ser consecuentes cuando tomamos una decisión. En esta sociedad actual, acostumbrada al fast food, la mayoría tiene metas a corto plazo y muy pocos buscan el desarrollo integral que conecta al ser humano con su parte espiritual y lo impulsa a completar su misión de vida.
El entrenamiento del karate se desarrolla en un ambiente de respeto, disciplina, armonía y hermandad. Comprende el trabajo de ejercicios físicos, técnicas básicas o Kihon, técnicas de combate o Kumite y técnicas de combate imaginario o Kata. Este conjunto de técnicas logra brindar al estudiante una armonía entre cuerpo y espíritu como pocas prácticas deportivas.
El karate basa su filosofía en no atacar. El buen practicante de karate desarrolla la capacidad de entrenar su humildad como base del crecimiento humano, para así poder controlar situaciones adversas que podrían terminar en un enfrentamiento. El buen karateca siempre ha de procurar evitar una pelea, pero si lamentablemente la situación llega a un punto en que no hay otra salida que no sea el combate, el karateca hará uso de sus conocimientos para preservar la vida, la propia y la de sus semejantes, en un combate de vida o muerte. Por eso la práctica de las técnicas de combate bien ejecutadas es tan importante como aprender a evitar confrontaciones.
Podemos llevar el aprendizaje del karate a nuestra vida cotidiana, ya que actuando con cortesía, disciplina, humildad, respeto, y logros de méritos  nos convertirá en mejores seres humanos y obtendremos mayor satisfacción personal, para beneficio propio y de nuestro prójimo.
Una gran ventaja es que no requiere de costosos equipos. El karate puede practicarse en cualquier parte, incluso en espacios reducidos y en solitario, sin necesidad de estar en grupo para realizar ciertos ejercicios. El entrenamiento puede comenzar a cualquier edad y los resultados son palpables en un corto tiempo. Si la asistencia a clases se realiza de forma ordenada y consecuente, las personas de ambos sexos, niños o adultos, encontrarán en el karate una forma enriquecedora y sana de acondicionar  el cuerpo en armonía con el espíritu.