2 de octubre de 2015

Educación o escolaridad





Desde que tenemos uso de razón, nos enseñan en gran parte a todos que debemos ser responsables, pro activos, dedicados y destacados en una de las mejores etapas de la vida, como lo es la llamada vida de estudiante y anhelada por muchos los que sabemos reconocer su valor.

Existe la creencia que el dedicar gran parte de nuestro tiempo a obtener un buen promedio académico, nos brindará  en teoría la posibilidad de tener una calidad de vida superior a gran parte de la población.

Es muy posible que los más destacados durante su vida estudiantil, alcancen excelentes salarios y merecidos reconocimientos por su dedicación y entrega al culminar las diferentes etapas del aprendizaje universitario; Sin embargo no podemos olvidar que algunos de los que reconocemos hoy mundialmente  como iconos de la genialidad humana, no culminaron sus carreras universitarias por múltiples factores, pero lograron impactar en  la vida de millones con sus inventos.

No quiero ser tildado de contrario a la escolaridad, simplemente me gusta apreciar y analizar las variables de la vida,  ya que ninguno de nosotros es dueño de la verdad.

Muchas veces nos cruzamos con personas que poseen títulos de altísimo valor universitario y su comportamiento como seres humanos deja mucho que desear; mientras que otros que quizás solo poseen los conocimientos básicos de la primaria y algunos de ellos quizás sin haber tenido la posibilidad de ser alfabetizados,  nos brindan la mejor de las respuestas,  bellas acciones de sentido común o de humanidad, y a su vez tienden a ser  los más humildes o sensibles ante las necesidades el prójimo.

Por eso quiero expresarme hoy, acerca de la impostergable necesidad de vivir con humildad y amor por el prójimo, que comprendamos de una vez que todos estamos conectados; que podrás tener todos los títulos o reconocimientos que quieras, que pueda que no quepan en las paredes de tu mundo las placas y los diplomas, pero que sólo la forma en que te relacionas con tus semejantes es la mejor herramienta que existe para demostrar tu verdadero nivel de educación.

Que la prepotencia, la humillación, el desprecio, la venganza, la falta de sentido común, la ausencia de sensibilidad, el amor al poder, el deseo de ser siempre protagonista y querer opacar a los demás o pasar sobre ellos entre otras mezquindades humanas, no es más que fiel reflejo de un alto grado de ignorancia.

Igualmente no quiero dejar pasar en este escrito que : Son muchos los padres que delegan o esperan que los maestros se encarguen de la educación de sus hijos y la educación de todo ser humano se forja en casa.

Que nuestro creador los bendiga abundantemente y arranquemos ya a querernos unos a otros sin esperar nada a cambio,  que nos hará sentir maravillosos.

Fuerte abrazo

Opsensei 
New York 
Oct 02 2015
09:43 Hrs.

14 de septiembre de 2015

Despertar



 A veces damos por sentado, que nuestros seres queridos, amigos o conocidos siempre estarán ahí para nosotros; mientras se nos olvida que una de las constantes más seguras del existir es el cambio.

 Creo que desde pequeños nos enseñan a desarrollar ese sentido de propiedad hacia las personas y/o hacia lo material, que desvirtúa nuestra conexión con la esencia natural de cada uno; lo cual, interfiere con nuestro crecimiento espiritua y aprendizaje en este plano terrenal, que es nuestro objetivo principal en este viaje que es la vida y la cual abandonaremos todos sin excepción, cuando la misión que hemos venido a realizar este concretada. Hago el énfasis en que todos abandonaremos este plano, ya que hay muchos por ahí que se sienten eternos, sin analizar sus acciones, pensamientos o palabras, olvidando que lo único seguro que tenemos todos es la muerte.

 De ahí, que por eso muchas veces escuchamos a los más longevos expresar que: He vivido poco o no me ha alcanzado la vida, para hacer lo que tenía o habría querido hacer y es muy cierto en la mayoría de los casos. Queriendo recuperar el tiempo perdido, el no haber expresado un te quiero o dar un abrazo en ese momento que no va a regresar y así muchas cosas que por temor dejaron de vivir o expresar.

Sin duda, que hemos dejado la espiritualidad de lado, por modelos o estilos de vida socialmente impuestos y he ahí en gran parte una de las causas de las insatisfacciones en la vida. Pero estamos a tiempo de despertar de este letargo que nos tiene dormidos y retomar el camino hacia el desapego material, el camino de ver al prójimo desde el corazón, el dejar de juzgar o criticar enfocados solo en la perspectiva negativa de las situaciones o personas y así poder ir liberando nuestra carga emocional, que nos reencontrará con nuestra esencia original. Lamentablemente son muchos los patrones aprendidos a lo largo del camino, que debemos aprender a dejar de lado, para comenzar nuestro proceso evolutivo y trascender en el mundo espiritual de la mano con nuestro creador, lo que nos guiara hacia nuestra realización en armonía con Dios y con el universo.

Esta ausencia de espiritualidad nos ha llevado en estos más de cinco mil años de historia a desarrollar una sociedad humana egoísta, con anhelo de poder efímero ya que toda gloria es pasajera, la única gloria real es de Dios. Con apego o culto hacia todo lo material, siendo los bienes materiales algo que ninguno nos vamos a llevar.

Mientras que el amor o el bienestar compartido, siempre nos van acompañar en nuestro camino de vida y en nuestro mundo espiritual, despertemos y sembremos amor incondicional. Sin duda alguna el amor, es la herramienta universal mas útil y es el origen de todos nosotros.

Opsensei
Doral, FL 
Sept 13 2015