Son las 19:32 horas del 25 de Abril de este atípico año 2020, el ocaso del sol por el oeste indica que este es otro día que se va entre historias, angustias, temores, incertidumbre, esperanzas y un sin fin de emociones que arropan a la mayoría de la humanidad en este día de Abril.
Este. Abril que se me parece tanto al que le canto Sabina hace un tiempo atrás y que de una forma sabia nos alertó que se lo habían robado y sin darnos cuenta no los han robado a todos nosotros también con un pedazo de Marzo incluido; nos robaron los abrazos, nos robaron los cumpleaños y aniversarios de este mes, así como los paisajes del despertar de la primavera, las flores, los amaneceres y los atardeceres.
Sin embargo no podemos olvidar que cada experiencia siempre nos dejará alguna enseñanza para nuestro crecimiento y este Abril nos ha dejado muchos momentos para reflexionar, para regresar a ese viaje interior donde están las ilusiones y los sueños de infancia, los amores, los recuerdos y esa riqueza escondida que es el tesoro más grande que tenemos y que no es más que la conexión directa con nuestra esencia creadora, con nuestros dones y con esa fuente infinita de amor incondicional de donde venimos y hacia donde vamos.
Un mes de Abril donde la humanidad debe despertar y ver que solo somos un ente espiritual viviendo una experiencia humana, donde en estos tiempos de meditación , de oración, de reordenación mundial y de crecimiento espiritual podemos apreciar lo efímero de casi todas las cosas materiales, de estilos de vida, de ídolos y de un sin fin de banalidades que ocupaba las mentes y los corazones de muchos; ahora se palpa, se vive y se respira la tan olvidada frase: La Salud no tiene precio y no solo hablo de la salud física, también de la salud mental que es determinante en estos eventos donde pareciera que muchos están info intoxicados, presos de pánico y débiles de pensamientos o acciones que les arrastran a actuar de forma errática y poco asertiva.
Pero no escribo hoy para juzgar a ninguno, ya que no está entre mis normas de vida hacerlo; sin embargo escribo para que reconozcan todas sus virtudes y sus debilidades, para que aprecien que su verdadero equipo es su familia, que es momento de recuperar sueños individuales y en unión de sus seres queridos.
Momento donde los adultos podemos trasmitir la historia y el legado familiar, así como los valores morales, las buenas costumbres y tantas cosas bonitas que han hecho nuestra historia.
Es momento de encontrar la paz interior que tanto anhelan quienes no la tienen, momento de trabajar en la ciencia de la paz para aquellos quienes con tanta ligereza expresan: No tengo paciencia y trabajar sobre tantas maravillas como la bondad, la caridad, la ternura al hablar y el perdón entre otras virtudes que brillan dentro de cada uno de nosotros.
Una vez más les expreso mi agradecimiento infinito por tomarse el tiempo de leerme y de compartirlo, se que he estado un poco alejado de la escritura más no ausente, ya que gran parte de mi mensaje es solicitado en las redes sociales y es una etapa de atención a ustedes que también debo cubrir. Para los usuarios de Instagram les invito a seguirme en mi perfil: @opsensei965 y en Facebook o en YouTube: La Dieta del alma.
Osu
Opsensei Abril 25 del 2020